Parte 3.

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—¿Ya esta lista la ensalada?.

—Estoy en eso.

—¿La mesa?.

—Completamente arreglada.

Seokjin y Namjoon se encontraban concentrados en lo que cocinaba cada uno dentro de la cocina desde hace una hora, se movían de un lado al otro arreglando y preparando las cosas para la esperada cena donde conocerían a la pareja de su hijo.

Los dos estaban nerviosos y ansiosos de conocerlo anticipando que tipo de persona podría ser su yerno. Quizás un chico amable y educado con mucho carisma que se dedicaba a trabajar en una cafetería o alguna pastelería por lo cual relacionarse con las personas no es ningún problema.

O quizás un inadaptado social que se encerraba en el alcohol y las drogas, quien sabe.

Namjoon era quien menos se encontraba nervioso en cuanto a como seria la pareja de su hijo, conocía a Yoongi y sabía que éste no se acercaba a ese tipo de personas porque repudiaba esas cosas. Ademas de que confiaba mucho en las decisiones de este, y más si era algo importante como la selección de la persona con quien pasaría al lado toda su vida.

En cuanto a Seokjin, él si era otro caso. Tal vez su hijo este flechado por una persona muy buena y confiaba también en él, en lo que no confiaba era en la maldad de las otras personas. Sabía muy bien lo fácil que se le era a las personas aprovecharse de alguien y ocultarse tras una fachada. No quería que Yoongi sea víctima de eso.

De sólo pensarlo le ponía más nervioso, y eso Namjoon lo notó en su expresión, la forma desaliñada en cortar los tomates y su aroma.

—Jinnie...tranquilo, tenemos que pensar en positivo.

—Tenemos que estar preparados para cualquier cosa.

Jin soltó el cuchillo y apoyó sus manos frente a él. Namjoon se acercó a su espalda y rodeó su cintura dando un pequeño beso en su cuello.

—Deja de pensar en cosas como que el chico que acompañará nuestro hijo será alguien con perforaciones, tatuado, y todo desarreglado y si así fuera, si es un buen chico nada de eso importa.

Jin se volteó para quedar frente a su esposo y tomó entre sus manos el rostro de éste.

—Escucharte hablar así me enamora más —dijo el omega sonriendo al menor.

—Osea que aún no pierdo el toque.

Los dos rieron para después darse un pequeño beso y seguir con la preparación de la cena la cual ya casi terminaban, ya cuando todo estaba listo subieron a su habitación para terminar de alistarse ellos.

***

La canción "All Time Low" de John Bellion se reproducía en la radio dentro del auto inundando los oídos de los dos chicos dentro de él. Yoongi tarareaba un poco la canción mientras manejaba y Jimin iba con su mirada perdida en la ventana observando el paisaje por las calles en las que pasaban.

Era la primera vez que iría a la casa de Yoongi.

Estaba ansioso, eso no lo podía evitar, y su pareja lo notaba por el lazo que los unía, por el aroma que soltaba y por la manera en que apretaba sus manos. Había pasado más de una hora alistandose para lucir elegante.

Una camisa de botones negra con encajes rojos abrazaba su torso para después seguir con unos pantalones negros de vestir y unas zapatillas negras. Su rostro tenía un poco de maquillaje que hacían resaltar sus pequeños ojos y sus gruesos labios mientras su cabello iba perfectamente peinado. Se miraba hermoso.

Yoongi en las paradas de los semáforos se tomaba el tiempo de tomar su mano y darle una sonrisa para tranquilizarlo, aunque no podían hacer mucho, quizás los dos estaban casi igual de nerviosos.

Cuando sintió que el auto comenzaba a perder velocidad para estacionarse, dio aspiraciones profundas para calmarse mientras cerraba sus ojos.

—Ya hemos llegado Minnie.

Abrió los ojos y se giró al lado del conductor, donde Yoongi lo miraba con una sonrisa.

—Deja de preocuparte y mejor disfruta de la velada —dijo el mayor —Además, sé que quedarán encantados contigo. Dime algo malo que tengas como para creer que no serás de su agrado.

—El hecho de ser huérfano quizás —susurro bajando su mirada aún si su regazo.

Jimin era muy inseguro en cuanto a ese tema, sabía que algunas personas el ser abandonado por sus padres era malo. Sabía que no era su culpa, eran cosas del destino, pero aun aún si existía esa incomodidad de hablar sobre el tema.

—Jiminnie... —Yoongi tomó su mentón para que subiera la cabeza y lo mirara a él —Ellos lo único que pensarán sobre eso es que eres una persona valiente aún sin tener a sus padres a su lado, solo mira lo que has logrado —dijo para después dejar un corto beso en los labios rosados del menor —Eres increíble Jimin.

El rubio sentía miles de mariposas en su estómago y desapareció todo nerviosismo de su cuerpo y mente al escuchar esas palabras de su pareja, sonrió en grande hacia él. No debía sentirse tan nervioso si Yoongi estaba a su lado siempre, con él se sentía protegido y feliz.

—Te amo tanto Yoongi.

—Yo también lo hago bebé, ahora da un respiro profundo y entremos a mi casa, dos personas importantes para mi desean conocerte.

***

Namjoon estaba arreglando las últimas cosas en la mesa mientras Seokjin se miraba en el espejo verificando que su aspecto era presentable cuando el timbre resonó en toda la casa. El omega apenas lo escuchó casi corre hasta la puerta pero fue detenido por su esposo quien lo miraba divertido.

—Ten paciencia Jinnie —dijo dándole un beso en sus labios tranquilizandolo y después sonreír y tomar su mano para caminar juntos hacia la puerta.

Al abrirla, se encontraron con su hijo con una gran sonrisa en su rostro junto a un chico un poco más bajo que él de cabello rubio.

—Hola papás, él es Park Jimin, mi pareja —saludó Yoongi señalando a la persona que estaba tomando su mano. El chico tímidamente se acercó unos pasos adelante y dio una venia.

—Buenas noches señores Kim, soy Park Jimin. Es un gusto por fin conocerlos —se presentó el menor con una sonrisa.

Seokjin observaba fijamente al chico analizandolo de pies a cabeza. Realmente no era lo que estaba esperando. No era un chico con estilo emo, no tenía perforaciones en su rostro ni tenía ese estilo punk, tampoco era alguien mayor. El chico tenía una apariencia...tierna, un aura llena de alegría y un poco de nerviosismo y contaba con mucha belleza y elegancia.

Namjoon se dio cuenta de la profunda mirada de su esposo en el chico y decidió hablar por los dos ya que se estaba formando un silencio incómodo.

—Hola Jimin, bienvenido a nuestra casa, por favor pasen que una sabrosa cena los esta esperando —habló con una sonrisa que hacía relucir sus hoyuelos.

Los dos chicos pasaron dentro adentro a la casa, siendo seguidos por los adultos. Namjoon le dio un pequeño pellizco en el brazo a su esposo para que este reaccionara.

—¡Auch! ¡Dolió!—gritó en susurros el omega mientras tocaba la piel lastimada.

—Deja de analizarlo, tienes oportunidad de hacerle las preguntas que quieras si antes no lo asustas y lo sacas corriendo.

Sería una larga cena, eso estaba seguro.

Pero...¡Soy un Alfa!.《Omegaverse》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora