2. Nueva escuela.

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Camino a la escuela me comienzan a dar nervios, temo que el día de hoy todo vaya a salir mal, como todo siempre me sale, soy como un saco de sal andante. Mi madre se parquea en la entrada del colegio, y no quiero bajarme.
_Annie,¿ todo esta bien?.
_Mamá, no...temo que todo salga mal.
_Cariño ve tranquila todo va a salir bien, vas a ver que si._ Me besa la mejilla y me abraza. Es lo único que me tranquiliza un poco, pero no lo suficiente para sobrevivir a esto.
_Que te vaya bien Annie, recuerda que te amo cielo, si necesitas algo, me llamas._ Su sonrisa brilla como una estrella en el cielo.
_Claro mamá, yo igual.

Poner un pie en el pavimento de la escuela fue como si tocará el hombro de cada una de las personas que estaban allí, fue justo lo que me imagine desde un inicio, todos me observan de pies a cabeza, como si fuera algo raro en el planeta; no logro caminar de buena manera con miles de miradas encima mio, trataré de ignorar eso para evitar ponerme más nerviosa de lo que estoy. Debo ir a la clase de Química y se me hace imposible encontrarla por mí misma, es una escuela sumamente grande, 3 veces el tamaño de mi casa, tendré que preguntarle a alguien.

Hay tantas personas que no sé a quién pedirle ayuda, en la entrada está una niña que se ve amable, su estatura es similar a la mia, un cabello rubio como si estuviera cubierto de oro puro, ojos azules como el cielo en verano, su piel de porcelana, blanca como la nieve,se veía impecable, simplemente la chica que roba las miradas de los hombres, posiblemente ella podría ayudarme.

Caminando hacia la entrada, las miradas no paraban de ir a mi dirección, sigo preguntándome, ¿que tengo? Soy una persona normal e igual a todos, no me queda nada mas que caminar rápido. No se como hablarle a la chica, de manera amigable, soy un desastre para socializar, vamos Annie deja la vergüenza a un lado...
_Hola, disculpa... Soy Annie, soy nueva acá y estoy pérdida,  ¿me podrías ayudar para encontrar el aula de Química?._ Trataba de verme y hablar  natural.
_Hola Annie! Soy Megan, un gusto y bienvenida a la escuela, por supuesto te puedo ayudar, ¿que nivel eres?
_Soy 4to nivel.
_Yo igual! Somos compañeras Annie, puedo ayudarte en lo que necesites, seria un gusto ser tu amiga!._ Me mira con una sonrisa sincera, jamás pensé que fuera tan sencillo hacer una amistad.
_Megan, si muchas gracias, me salvaste.
_Te presento a mis dos amigas, ella es Sophia y ella es Katherine, somos de la misma clase!._ Ambas chicas me saludan.
Sophia tiene algo que me agrada; humildad, no se ve presumida como el grupo de porristas de ayer, ella es un poco más alta que Megan, un cabello liso y sedoso que llegaba a su cintura, unos ojos color avellana y su piel delicada como una rosa; Katherine es japonesa, vino de intercambio para este año, depende de su progreso para quedarse aquí en el país, pero maneja muy bien el español, eso es admirable.

Suena el timbre de la escuela y debemos ir a clases, sigo a las chicas como toda una turista en tierras nuevas, ambiente nuevo, vida nueva; la clase de Química quedaba en el tercer piso, aula 45; posiblemente mis piernas tomen forma y se tonifiquen un poco , subiendo estas escaleras todos los días me tienen que ayudar en algo.
Al entrar al aula todos me miran, sentí que iba a morir en ese momento, lo único que pensé fue en entrar y sentarme.
Lo admito, las aulas son muy lindas, cada profesor tiene su manera de decorar y hacer sentir cómodo al estudiante, la maestra de química, es una mujer joven, como de unos 32 años aproximadamente, podría ser mi hermana, físicamente está excelente, yo desearía estar así a esa edad, ella enseña las clases con actividades como juegos u otros en los que debes participar; todos sabemos que Química es algo complicado.
La maestra me pide pasar al frente, no quiero presentarme, me da pena.
_Buenos compañeros, como ya todos vieron tenemos una nueva integrante a nuestra familia; señorita Jones ¿Puedes pasar al frente?
_Si, claro._ No lo puedo creer, esto simplemente no es lo mío.
_Muy bien cariño, ahora háblanos de ti!._  Sus ojos penetran mi mirada.

Tragame tierra, tragame tierra, fue lo único que se me vino a la mente.

_Amm.. S...si, si. Soy Annie Jones, tengo 17 años, vengo desde Berlín, mi amado hogar; pudo pasar tragedias y ser para muchos una pesadilla, pero es mi hogar. _Me mude a Paris por mi madre, situaciones  de trabajo y  voy a cursar lo que queda en este año con ustedes. _Mi voz temblaba, tenia una delicada vibración que la modificaba al hablar.

_Bueno jóvenes,  Jones eres bienvenida, si necesitas algo estamos para ayudarte, toma asiento._ Se ve que es una profesora que ama lo que hace, su delicadeza para tratar con uno es asombrosa.

Fue lo peor que me pudo pasar, sentí como que me estaba ahogando y un frío que bajaba en mi espalda, creo que lo peor ya pasó. En esta escuela cargan libros como si cargaran miles de rocas en sus mochilas, recibimos diez materias al día,  siento que sus horarios son muy extensos y pesados. Al terminar la clase lo único que quiero es ir a colocar mis libros en el locker, sentarme y alimentarme un poco, la noche de ayer me tiene un poco agotada y con mi mente cansada , necesito algo que me de energías. En esta escuela es muy diferente a la de Berlín,  te dan merienda, almuerzo y de nuevo una merienda, al menos no me podre quejar de la comida; es hora de la primer merienda, cada una es responsable de la bandeja que te den, son tantos los alumnos que la fila es enorme. Soy un poco delicada con los alimentos, no puedo consumir nada con mariscos, comienzan a tapar mis vías respiratorias, es lo peor que alguien puede sentir; la comida de hoy es un jugo natural de naranja con zanahoria, una manzana cortada en 4 partes y un sándwich de mermelada con mantequilla de maní, todo se ve delicioso, almenos es saludable.

Las chicas me invitan a merendar con ellas en el patio del colegio, justo al lado están los chicos que juegan en el equipo de fútbol americano de la escuela, uno de ellos es mi compañero, desde que entre he notado que su mirada está fija en mi, no lo niego, él está guapo, me transmite una energia linda, ¿será que me ve linda? O ¿ le gustaré?, no, no, no me ilusionaré, posiblemente sea imaginación mía y él un amor prohibido.

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