Pecado Vampírico ||n.s.|| AU

2. It has never been enough

Era un día un poco nublado en Irlanda, sin embargo no hacía frío. Muchas personas iban y venían de aquí allá, manteniendo sus cabezas en sus propias ocupaciones. Los autos dentro de la ciudad hacían mucho ruido y  los niños correteaban por doquier.

El chico de cabello rizado había estado pensando solo en el niño. Tal vez era solo porque lamentó haberlo salvado cuando pudo haberlo dejado morir y finalmente obtener lo que más quería; sangre humana. Pero también se decía a sí mismo que no se trataba de eso.

Nunca había sentido ningún tipo de emoción como el amor o el odio. Ni siquiera por sus "hermanos" a quienes había tenido desde su nacimiento. Así que definitivamente no había desarrollado ningún tipo de vínculo con ese niño que ya había salvado, entonces, ¿por qué se encontró pensando en ese niño todo el tiempo?

"Zayn me habló del humano". Liam entró a su habitación, haciendo que el chico suspirara y se volteara en su cama, sin mirar a su amigo.

Liam siempre había sido tan protector con sus 'hermanos', como el padre de cada uno de ellos. Y como era uno de los más grandes de edad, tenían que ser respetuosos con él y obedecerlo, algo con lo que Harry no estaba realmente feliz; odiaba cuando las personas le decían qué hacer.

"Sabes que no podemos involucrarnos demasiado con ellos". Pero el chico de pelo rizado no dijo nada. "Edward..." Liam estaba siendo un poco irritante, pero solo porque sentía la necesidad de protegerlo. ¿Qué pasa si alguien podría haberlo visto?

"Estaba a punto de morir. No podía dejarlo solo".

"No era asunto tuyo". Harry se levantó de su cama frente a Liam.

Harry miró al chico de ojos marrones frente a él; Liam tenía el pelo muy corto, pestañas largas y labios grandes. No había nada especial en él, excepto por el hecho de que podía mirarte con tanta fuerza que podías pedir perdón incluso cuando no era necesario.

"No soy tan cruel como tú con la raza humana, Liam". El ambiente se volvió denso.

No era secreto que el chico de ojos marrones odiaba a los humanos ya que toda su familia había sido ejecutada frente a él por ellos, en el peor tipo de sufrimiento que alguien, incluso los vampiros podrían haber sufrido.

Fueron quemados en la hoguera.

Su familia le dijo que huyera de ese lugar, y él hizo lo que le habían dicho así que corrió lejos, a un lugar que Liam conocía muy bien, pues solía visitarlo cuando era más chico; la mansión de los Styles, donde creció junto a Harry.

"Sabes lo que le hicieron a mi familia, Harry". La ira en la voz de Liam casi le dio escalofríos al cuerpo del chico de cabello rizado. "Además, tú no eras así."

"Era solo un jodido niño. No vi ningún daño que pudiera haberme hecho a mí." Harry se quedó allí, sosteniendo la mirada de Liam todo el tiempo que tenía que hacerlo. El otro chico solo suspiró y negó con la cabeza, dejando a Harry solo en su habitación, sin decir una palabra mientras salía.

El cuerpo del chico repentinamente se sentía tan caliente e incómodo, mientras sentía la propagación familiar del hambre moverse hacia su estómago y quemando su garganta, haciéndole doler la cabeza. Quizás estaba mintiendo cuando dijo que nunca sintió ningún tipo de odio jamás.

Cuando él se metía en una pelea con alguien, no podía evitar que la sed se arrastrara por su garganta. Y Dios ayude a cualquiera que se pusiera en su camino cuando él perdía los estribos.

Él era el único de los cuatro que era un verdadero demonio cuando se enojaba,

Harry abrió la ventana de su habitación y saltó desde allí al piso. No le importaba que estaba en el segundo piso de la casa y que podría lastimarse. La ira en su cabeza y el hambre en su estómago eran mucho más importantes para él en este momento.