• ¿BFF's? • ♡ Jikook/Kookmin ♡ (Pausada)

Jikook travel n°9

Un extraño en casa.

En el transcurso a su casa, Jungkook ni siquiera se inmutaba de aquellos gritos y discusiones que ocurrían dentro del auto ocasionados por su madre de voz chillona y su hermanito. Tampoco se atrevió a preguntar que fue lo que generó tal escándalo, la realidad era que no le interesaba en demasía, su mente estaba en otra parte muy lejana de aquel automóvil.

Apoyó su cabeza en el cristal de la ventana y cerró los ojos, apenas habían salido de la casa del pelirrosa y los recuerdos de aquella sesión de besos parecía tan lejana que ahora quería más. Nunca se había sentido tan bien en la vida que hasta se llegó a pensar que lo que estaba haciendo era malo. Así como la manzana más apetitosa del paraíso resultó ser el peor fruto prohibido para Adán, algo tan tentador como Jimin debía traer sus consecuencias, ¿no?

Nunca fue un homófobo, consideraba que su mente era demasiado abierta para esas mierdas que inculca la gente, pero de ahí a ser gay era un giro bastante inesperado. Se sentía aún más confundido que cuando todavía no habían sacado a la luz sus sentimientos, ¿era esto amor o solamente estaban buscando algo de la atención que nunca tuvieron de parte de otras personas?

-No diré nada más Taehyung, ahora mismo hablaremos con tu padre.- Sentenció su madre una vez detuvo el auto, estuvo tan sumido en sus pensamientos que no se dió cuenta que habían llegado a su hogar.

-Genial.- Le contestó Taehyung en un bufido.

Se bajaron del auto entre maldiciones que de cierta forma divertían a Jungkook, TaeTae era demasiado tierno cuando se enojaba. El último lo miró entre enojado y preocupado, buscando alguna salvación en su hermano mayor, el pelinegro viró los ojos para luego intentar preguntar que sucedió horas antes pero fue interrumpido por una voz desconocida.

-¡Hye Noona!- Gritaron a sus espaldas, los tres se dieron vuelta para encontrarse con un chico castaño claro de gran altura y una sonrisa enorme a pesar de que sus ojos destilaban tristeza. Los Jeon se quedaron paralizados ante su presencia cuando lo observaron mejor y se dieron cuelta de algo muy grande.

Era el mismo tipo que los seguía la noche pasada.

-Vayan adentro.- Susurró Hye para que sólo sus hijos escucharan. Jungkook la miró asustado y fue peor el miedo al ver el rostro preocupado de su progenitora.

-Ma...-

-Todo esta bien Kookie, no te preocupes. Vayan adentro.-

Viendo como aquel hombre misterioso se acercaba a pasos apresurados hacía ellos, el mayor tomó la muñeca de su hermano, quien estaba estático en su lugar, y lo arrastró hasta la entrada.

-¡Esperen no se vayan!- pero sus gritos fueron inaudibles para el par de adolescentes que sólo obedecian a su madre.

Una vez adentro los dos se miraron extrañados para acercarse a espiar por la ventana. No se esuchaba mucho, por no decir que en realidad no se escuchaba nada, así que Taehyung se resignó y se apartó de aquel sitio, encaminándose a su habitación.

-Me voy a mi cuarto antes de que mamá me encuentre.- Dijo el menor rompiendo el silencio.

-¿Acaso Jeon Taehyung por primera vez no tiene curiosidad para escuchar charlas ajenas?- Rió el contrario sin sacar la vista de su madre y aquel chico.