2. Nada por el estilo

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Con el espacio de la puerta, sus dedos se asomaban con su agarre. La mitad del rostro de la peliazul, visualiza ba a duras penas, sin luz, exceptuando la lista natural de la noche, que apenas le ayudaba.

Con delicadeza se asomaba más y más, tal fue la ecena que logró presenciar. Claramente, el chico ya tenía uso de su privacidad, echando afuera al panda de su padre. 

En shock, su boca perfecta en "o", esta vez los papeles habían intercambiado, sentía que no debía, ver más allá. Pero las dudas la carcomia.

Atónita. Observaba.

El azabache su prometido se daba auto placer.

Contemplar ecena tanto lujuriosa. La mano yendo hacia arriba y abajo, rodeando su virilidad, que repetía a su ritmo. A su gusto.
Pero sobre todo. Llamaba su atención directa, el rostro de el.

El rostro de su prometido sumergido en sensaciones.

Ligeramente mordía su propio labio, curvadas las cejas en una A. Y sonrojado por la sangre hervirle con su autocomplaciencia. Dando un sonoro y gutural alivio, en espasmos de su clímax. El chico con rapidez, cubría su miembro, con la palma de su mano, evitando derrames y estragos para despues.

Recuperándose, sus labios se movieron. Formando una palabra.
Un nombre, en exactitud. Fue inaudible de escuchar.

Ranma, aliviado. Levantó su vista junto con su cuerpo, decidido a limpiar su desorden. No esperaba ver a la menos esperada persona ahí,  en el umbral de la puerta. Con una expresión de que ha sido pillado, en sus sucios momentos.

Ranma aun con si pene de fuera, quizó hablar. Pero solo tropezaba en intentarlo.

La chica un tanto ida, sin alma. Cerró la puerta despacio. Luego dirigiéndose directo a su habitación. Se había escuchado el seguro, a tan solo segundos de entrar.

La noche para ambos fue larga.

Akane por su lado, despertaba un lado, que nunca imaginó. No era tan pura en ese sentido. Las niñas de su edad, maduraban, junto con eso venía los cosméticos de belleza, ropa ajustada, y charlas obscenas de como sentirían su primera vez, con un novio perfecto y sexy. Ahora mismo estaba confundida e intrigada.

<¿Enserio lo disfrutabas?> se cuestionaba.

Y ranma, <¡maldita sea!>

El insomnio les acompaño toda la noche, y se despidió por la mañana. Como un huevo revuelto en la cabeza se levantaron.

Como se mirarán. Como verse a la cara. Mas simple.

Tal vez solo se evitarían uno al otro.

....

Ranma despertó con unas bolsas negras debajo de sus ojos. Señas de una noche dura, con una cara de miedo sin importarle bajo al comedor. Kasumi había llamado a la familia hace unos minutos antes.

ㅡRanma, akane me dijo que hoy no podía ir contigo a la escuela. Unas amigas la vinieron a traer ㅡdijo kasumi detallando, mientras servía el agua caliente en las tazas.

Todos se diaponian a comer con un poco deprisa, sus actividades esperban,

ㅡMmn.. encerio porque tendría que avisarme ¡cómo si la nesesitara!ㅡmurmuró apenas, su boca la tenia repleta de arroz.

ㅡ¡Ranma!, no digas eso es tu prometida, luego te hará falta, cuando unos de sus hijos tenga el mismo carácter que tu.

Comentó genma aplicando su labor de padre. Que en momento el azabache se atragantó de sorpresa, dedicándole una mirada pesada.

No se que sentir; ranma x akaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora