•°S 0 R P R E S A°•

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Mientras me vestía a toda velocidad, intentaba buscar mi teléfono, pues el caso es que me había quedado dormida y se me hacia tarde para ir al trabajo

-No puede ser, no puede ser!-dije una y otra ves

Realmente estaba desesperada, si llegaba tarde mi sueldo sería descontado, lo cuál sería una gran pérdida para mí, al fin y el cabo todo ese dinero me sirve para vivir, hasta su más mínimo sentaba

Odio mi vida...

Por este tipo de razones odiaba mi trabajo, pero no puedo renunciar así por así, ya no suelen verse trabajo con una buena paga últimamente

Mientras buscaba mi teléfono debajo de la mesa, lo había encontrado tanta fue la emoción que me di contra la mesa, provocando que se cayeran algunas cosas y me quedara un chichón en la cabeza

Soy todo un desastre...

Al reincorporarme pude ver que en todos esa cosas que cayeron al suelo, está esa píldoras que alguna vez solía tomar

Las tomé y no dejaba dejaba de mirarlas,ciertos recuerdos llegaron a mi cabeza, pero no era el momentos de ello, solo me quedaban unos pocos minutos para llegar a tiempo

Pensé mientras miraba el reloj de pared que tenía en mi habitación

-Ya no necesitaré más de estas cosas, se las devolveré después-dije para guardarlas junto a mi teléfono y salir de aquel departamento

Horas más tarde...

-Al fin, libertad...-aunque suene inmaduro, tenia que decirlo

Me dolía el trasero de estar sentada toda la mañana en frente de un ordenador haciendo todo un papeleo aburrido, mientras me estiraba recordé que tenía que ir a ver a Alfred y darle las gracias

-Oh, sierto...-dije suspirando

Suspiré levemente y con toda la pereza del mundo me dispuse a ir a pie hacia el hospital, si a pie, porque no llevaba ni mucho dinero y odio ir en metro

La pobreza...

Después de una larga caminata, logré llegar, cansada me encamine hacia adentro del mismo e fue en busca Alfred

En estando enfrente de la puerta, en ves de tocar, la abrí de golpe..

-Sorpresa!-dije con todos mis ánimos

Pude ver que pego un leve brincó del susto al igual que un grito pequeño

-Oh, Kay eres tú me distes un buen susto-dijo Alfred un poco nervioso

Contuve unas cuantas risas de mi para luego sentarme

-Si, lo siento por eso, creo que me pasé un poco-dije sonriendo

-Crees..-Dijo irónico

-jaja como sea venía de paso a saludar y..-dije en pausa mientras buscaba en mis bolsillos- toma gracias por estas pero ya no las necesito- dije extendiendo Selas hacia el

Te Odio | Mystery x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora