Opte por vestirme con una camisa blanca, que tenia listones en las mangas, un pantalón pegado de mezclilla color azul, unos zapatos negros con un poco de tacón sin llegar a ser tan exagerado. Me sentía muy feliz tal vez fue muy poco el tiempo de no habernos visto pero mentiría si no dijera que para mi llegó ser como una eternidad que nunca fuera a acabar. Volví al baño colocandome algunas cremas, cepille mi cabello agregando un poco de acondicionador así como aceite de olor pero en pequeña cantidad.
Acomode mis cabellos en un peinado que se viera incluso mejor hasta tener un resultado que me pareció el más adecuado para la ocasión, por último pero no menos importante agregue una sutil capa de perfume con olor a duraznos. Olí como esta desprendía haciéndome estremecer un poco.
Salí para mirarme frente al espejo, me aleje acercándome a la pequeña mesa de noche, quite mis lentes de contacto para así colocarme mis lentes sonriendo mientras volvía acostarme en la cama esperando a la hora.
—Ya casi...
Deje salir un pequeño chillido feliz y en lo que las manecillas avanzaban prendí la televisión para que de alguna manera esto fuera a bajar mis nervios.
Aun seguía pensado en porque me había arreglado tanto, tal vez solo me llevaría al parque, comer helado, ir al cine, una salida de amigos o algo relacionado. Ni si quiera sabía yo mismo el porque llegué arreglarme tanto para una ocasión que tal vez no seria la gran cosa eso me hizo reír de una cierta forma haciéndome negar ante el pensamiento de que era tal como lo imaginaba pero no tenía intencicon de cambiarme al final de todo el resultado me había gustaso mucho y no por simples pensamientos negativos llegaría a cambiar este gran atuendo que logre.
Pasaron las horas así como los minutos hasta que un claxon me hizo saltar de la cama, apague la televisión y Tome mis cosas, volví a mirarme por última vez en el espejo dando una sonrisa de oreja a oreja sintiendo mi corazón latir. Agrege un poco más de perfume para así salir de la habitación dirigiéndome hacía la sala
—Tú puedes.
Tome aire para salir alzando mi mano feliz saludando al mayor desde donde me encontraba. Me acerqué viendo como desde adentro me abría la puerta, no dude en adentrarme recibiendo una sonrisa por su parte.
—Jungkook! Al fin nos vemos...creí que no podríamos vernos, te extrañe mucho la verdad, por cierto te ves muy bien.
—Hola Jimin, también te extrañe, ya te diré lo que pasó peor ahora solo espero que disfrutes de lo que hice...tú te ves incluso más hermoso. —Me acerqué besando su mejilla para retomar mi asiento—
—¿A dónde iremos?
—A mi casa, allá será la sorpresa pequeño.
—Puedo saber de que se trata?
—Es algo que debí hacer hace poco, discúlpame también por no enviarte ningún mensaje o señal de mi estaba tan inmerso en que todo saliera bien que el tiempo se me fue.
—He dicho que no hay porque preocuparse, ya podrás explicarme además entiendo el hecho de que no siempre puedas estar al pendiente.
Sonreí mientras sentía su mano posarse en mi pierna y al auto empezar arrancar hacia su casa, mi corazón se aceleró incluso más a este paso terminaría muerto de amor la verdad.
Me dediqué a observar el camino sin decirle ninguna otra palabra y solo admirar del paisaje tanto de su compañía, coloque mi mano sobre la de él sintiendo como ahora estas se entrelazaban en un apretón suave.
No tardamos más de 20 minutos hasta haber llegado, su casa oscura era un misterio y eso hacía que mi piel se erizara con le hecho de pensar en lo que llegaría a tramar. Mire como bajo del auto para rodearlo y abrirme la puerta.
—Ven vamos. —Lo tome de la mano mientras caminábamos lentamente—
—Estoy nervioso.
—Tranquilo, no es nada malo. —Abrí para entrar encendiendo las luces— —Espérame aquí. —Lo deje un pequeño momento para volver con una venda para tapar sus ojos—
—Es injusto...vamos solo quiero ver ya de que se trata.
—No, si te quitas la venda entonces me encargaré de que no veas la sorpresa y se cancele todo. —Termine de ajustarla—
—No lo haré cofia en mi va...
Sentí como me había cargado estilo princesa por lo que me apegue mejor a su cuerpo sintiendo como mis mejillas se teñian de color.
—Es hora bebé. —Susurre mientras subía las escaleras hasta llegar, abrí la puerta bajándolo para ponerlo frente a mi— —Quiero que sepas que te amo mucho, que a pesar de lo que te hice en el paso estoy tan arrepentido que al día de hoy cada cosa que hice la recompensare con el mayor amor de mi corazón.
—Gukkie...ya haz hecho mucho por mi y créeme que cada cosa hace que te ame mucho también. —Jugué con mis manos nervioso—
—Te amo. —Susurre desde haciéndome de la venda— —Park Jimin, ¿Quieres ser mi novio?
Jimin
Sentí la suave tela bajar por mis ojos y aquella pregunta resonar en mi cabeza mientras la gran vista se presentaba frente a mi viendo la cama y toda la habitación decorada. Miles de sentimientos encontrados eran presentes en esos pequeños momentos donde no podía explicar lo que sentía.
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Lo volteo a ver con lagrimas en los ojos mientras asentía con suavidad y sentía sus brazos posarse en mi cintura sintiendo como me apegaba a sí cuerpo.
—Si, si quiero ser tu novio, no sabes cuanto espere por esto Gukkie.
—Te amo mi pequeño.
Me acerqué hasta él para fundirnos en un beso suave y lento donde lo único que queríamos era transmitir los sentimientos correspondidos que llegábamos a sentir en ese pequeño instante debido al gran amor que nos teníamos.
