Anima sola
En la mitología colombiana hay muchas historias autóctonas, pero también se han incluido algunas cuyos orígenes se localizan en otras partes del mundo. El caso más conocido es el del “Anima sola“, que cuenta con múltiples versiones, llamada tambien Ánima Errante o la que camina sola. Pero mayormente aceptada como el Ánima del Calvario, leyenda iniciada en épocas de Cristo. Su origen y el acto que la condenada a penar por el mundo eternamente se menciona en un apartado que trata sobre la “Sed de Cristo” en las Sagradas Escrituras.
La primera de las versiones cuenta que en Jerusalén se acostumbraba que las mujeres dieran de beber agua a los sacrificados en la cruz. La joven que estuvo encomendada la tarde de Viernes Santo, solo dio agua a Dimas y Gestas (los dos ladrones que estaban junto a Cristo), pero se la negó a Jesus. Por esa razón se le condenó a sufrir la sed y el calor constante entre las llamas del Purgatorio, y desde entonces, el ánfora se vació y no podía llenarla, por lo que su trabajo no tenía fin.
Versión 2
Este es uno de los más espeluznante espantos del que se tenga noticias, tiene como finalidad el hacer daño por efecto psíquico u otros medios de manipulación de terceros, el Anima Sola se presenta en forma de mujer de largos cabellos y atractivo rostro y tiene la finalidad de cobrar las velas de las Animas Benditas, pues en estos pueblos la gente acostumbra a pedir favores a las Ánimas y estas casi siempre le conceden los favores a cambio de que se tengan prendidas cierta cantidad de velas durante un tiempo antes prometido, de no cumplirse con esta contra prestación de los devotos, hace su entrada el Anima Sola; para recordar la deuda de una manera tenebrosa.
En Guatire, sector las Flores del Ingenio; se cuenta que una señora devota de las ánimas, en una ocasión olvidó prender la prometida vela a pago de favores de éstas, esa noche tocaron a su puerta y resultó ser una amiga de la cual tenia tiempo no veía, para su desdicha e ingenuidad la invitó a pasar, al momento y una vez dentro la visita se convirtió en un celaje que recorrió --cual inmensa sombra negra-- toda la sala, tomando a su víctima por los cabellos en repetidas ocasiones causándole grandes moretones, la señora aterrada se arrastró como pudo hasta el altar y prendió temblorosa un cabito de vela a la vez que pedía perdón por el olvidó, al momento la gran sombra abandonó la casa; dejando privada a la olvidadiza señora, quien desde entonces prende a diario gran cantidad de velas, aunque no haya nuca más pedido un favor ni dejado pasar a su casa visita alguna.
Buenos nos vemos en otra ocasión que tengan buenos dia, tarde o noche...
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Historias, mitos y leyendas
Horrores solo investigaciones de internet y libros, historias que algunas personas quizás no conozcan