Capitulo 8

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El Charro Negro


La sombra de un hombre ronda las calles oscuras, iluminadas sólo por la luz de la luna. Nadie sabe quién es, pero lo ven entre la penumbra de los callejones abandonados.

El caballero, de larga y siniestra figura, va siempre vestido de charro y anda montado sobre un fino caballo, negro como la noche.

Algunas personas creen que es el demonio, otras creen que sólo es un alma en pena que busca cobrar deudas entre los vivos.

Lo único cierto es que nadie ha logrado ver su rostro, es como si no tuviera uno.

Cuando en las calles y veredas solitarias llega la noche, el charro aparece, oculto tras su sombrero y acompañado por su enorme y elegante caballo, de pelaje intenso y brillante.

Se dice que el Charro Negro, como le llaman, está en la búsqueda de algún caminante, que a altas horas de la noche se encuentre vagando fuera de casa.

Cuando alguien aparece, saca de entre su ropa una bolsa llena con monedas de oro, que le ofrecerá generosamente. Se rumora que esa pequeña bolsa vale una enorme fortuna.

Pero, como es sabido por las viejas historias de fantasmas, recibir oro de seres de otro mundo siempre lleva consigo un precio muy alto.

Cuenta la leyenda que, si alguien acepta el oro del gran Charro Negro, él descansará para siempre, y quien aceptó, en lugar de disfrutar su nueva fortuna tomará el lugar del charro, montando a caballo hasta encontrar a una nueva víctima, pues al haber decidido aceptar ese dinero, le habrá vendido su alma al diablo.


versión 2


Cuenta la leyenda que una bella chica de nombre Adela, vivía en un pequeño poblado, y su madre constantemente la reprendía por lo coqueta que llegaba a ser con los hombres.

Al no estudiar ni trabajar, Adela aprovechaba sus tiempos libres para andar de cita rompiendo corazones, por ese motivo muchas personas no la veían con buenos ojos.

Una noche, la bella campesina se quedó de ver con uno de sus tantos pretendientes, pero en el camino, de repente a lo lejos vio el andar de un caballo con un charro montado que iba hacía ella.

Al llegar, el caballo se postró a su lado y la chica quedó deslumbrada, pues el charro que lo montaba era muy apuesto y lucía un hermoso traje de charro negro con unas elegantes botas negras y unas espuelas de oro.

El guapo hombre de inmediato invitó a la bella doncella a subir a su caballo y ella no se pudo resistir, incluso olvidó la cita que ya tenía pactada.

En cuanto se subió, el jinete tomó su camino rápidamente y unas llamas los envolvieron, Adela gritaba fuertemente para tratar de descender pero no tuvo éxito. Solo algunas personas lograron ver lo que estaba sucediendo.

Aquél hombre era nada más y nada menos que el mismísimo Diablo, que vino por una bella dama para llevarla con él al infierno.

Nunca más se supo nada de Adela y para muchas personas, ella solo se había ido con uno de sus tantos pretendientes para no regresar jamás.


bueno después de mucho tiempo e aquí otra leyenda y como leen esta es de México Que viva

bueno sin mas que decir me despido espero que tengan buenos días, tardes o noches...

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