One.

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Un nuevo ciclo escolar, tareas, exámenes, maestros, regaños, libros... Todo es nuevo, todo cambia,  menos mi maldita vida de mierda.

Y por desgracia no me tocó en el mismo salón que mi único amigo-rival, Gray Fullbuster, pues cada año que pasa se reorganizan los grupos. Pero bueno, me encuentro en el salón de clases al final de la fila pegado a la pared, como siempre solo, todos tenían compañero de asiento menos yo.

Miré a través de la ventana, examinando las calles, las personas y el correr de los coches, a pesar de que todo tenía diferentes tonalidades de color yo lo veía gris. Era un día nublado y lluvioso, lo que me obligaba a reflexionar sobre la vida.

¿Vivir realmente vale la pena? ¿Aún cuando no tienes nada y te sientes vacío por dentro?

-D-Disculpa- Unos dedos golpearon mis hombros con suavidad.

Volteé con pesadez en dirección a esa voz angelical y quedé pasmado. En toda mi vida nunca había visto algo tan hermoso.

Era una mujer de hebras doradas, ojos color chocolate, largas pestañas espesas y rizadas, mejillas rojas por el frío, su rostro al natural sin una pizca de maquillaje era bello.

-¿M-Me p-podría sentar a tu lado?- Tartamudeó desviando la mirada. ¿Tan aterrador me veo?

-Como quieras- Respondí cortante al ver su reacción, devolviendo mi vista a la ventana.

Actué indiferente ignorándola completamente, no quería que se diera cuenta del revuelo que causó en mi ser. Seguro era una niñita de papá, pues era tan bonita como una muñequita. Era bajita y de complexión delgada pero con buenos atributos, una mezcla entre ternura y sensualidad.

Se sentó a mi lado, sacando su cuaderno.

Cuando el maestro ingresó al aula, empezó a relatar algunos hechos históricos de la guerra de Siria, como cuáles eran los motivos causantes de la situación de ese país, cuando se inició, etc.

Cosas que eran irrelevantes para mi, ya las sabía y no estaba de humor para poner atención.

-Señor Dragneel, ¿está poniendo atención?- Él maestro alzó la voz llamándome la atención. Todos fijaron su mirada en mi persona.

¡Odio cuando la gente hace eso!

-Eh, si-

-Entonces, ¿Porqué está mirando a otro lado? La clase esta aquí, ¡no haya fuera muchacho!-

-¿Y qué si es así? Lo que importa es que lo esté escuchando ¿o caso ocupa mis ojos? no, ¿verdad?-

-¡Dios mío! ¡Usted debería lavarse la boca con agua y con jabón! Esas no son formas de hablarle a una autoridad ¡a la dirección!-

Rodando los ojos agarré mi mochila y salí de ahí.

Con pasos pequeños me dirigía a la dirección, ya sabía lo que me avecinaba así que me tomé mi tiempo.

* * *

-Tu de verdad no tienes remedio, siempre estás causando problemas. ¡Cada semana te mandan para acá! Por favor, ¡los maestros ya no te soportan! ¡Los tienes cansados! Quedas expulsado. Tu mismo les tendrás que dar la noticia a tus padres, siempre que llamo a tu casa nunca responden las llamadas. Ahora... ¡Fuera de aquí jovencito!-

Decidí no responder y simplemente salí de allí. Tuve la oportunidad de hablar pero no le vi caso.

Caminé a lo largo del pasillo hasta toparme con unas escaleras. Las subí lentamente llegando a la zona de azotea de la institución.

Lo Mejor Que Me a Pasado... (NaLu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora