Perdóname - Bloodborne.

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La vieja sangre, un descubriento el cuál la reconocieron como milagrosa. Se la llamó sangre de los dioses, al inyectarla a una persona la debilidad desaparecía. Un descubrimiento tán poderoso que fue utilizado por Yharnam. El control de esta sangre era dirigida por la Iglesaria de la Sanación, convirtiéndolos en los más poderosos, pero esa sangre estaba infectada.
Todos aquellos que la habían consumido se habían transformado en horrendas bestias. La Iglesia no pudo mantener en secreto, aquella plaga que había comenzado.
El temor al sufrir el mismo destino los llevo a protegerse detrás de los muros de la Catedral, dónde comenzaron con un plan. Ese plan eran los cazadores de la Iglesia, cazadores que vestían de blanco y otros de negro con una misión distinta.
Los blancos se encargaban de experimentar con la administración de sangre para que la Iglesia pudiera seguir utilizando la vieja sangre.
Los negros eran diferentes, ellos se encargaban de purificar las calles y que la buena sangre los guíe, sus atuendos negros fomentaban terror en los corazones de los yharnamitas.
Un hombre, un forastero llamado Padre Gascoigne se unió a los cazadores negros, quizás también llevando una bestia interior, quizás debía ser tratado, buscaba  ver milagros de fé que lo harían cambiar y motivarlo o tal vez la sed de sangre lo había llevado a Yharnam.