Capitulo I.

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- Amor, es hora de ir a la escuela- dice mi madre con una voz dulce mientas me acaricia el cabello.

- Ya voy- le digo todavía adormilado.

- Ya no tardes- me sonríe y sale de mi habitación cerrando la puerta lentamente.

Me paro y tiendo mi cama, cuando termino me dirijo a darme una ducha para terminar de despertar, después de todo es mi primer día en una nueva escuela.

Salgo de la ducha con una toalla enredada en la cintura,  tomo un conjunto casual básico pero  suficiente para sentirme cómodo en el transcurso del día y a su vez a la moda.

Cuando termino de arreglarme tomo mi mochila y bajo a la cocina para desayunar, ahí me encuentro a mi hermana mayor Aisha.

- Mamá te preparo el desayuno antes de que se fuera a trabajar- me señaló una caja de metal con su cuchara y después se metió una cucharada de cereal a la boca.

- ¿No entraba mañana por la mañana?- pregunte mientras caminaba por mi desayuno.

- La citaron desde antes.

- ¿Tu no vas a ir a la escuela?.

- Entro una hora más tarde que tú, ventajas de universitarios.

- Bueno, te vas con cuidado yo ya me voy- me despido de ella con un beso en la mejilla y salgo de la casa.

Me voy caminando a la parada de autobús y me siento en una de las bancas libres. A mi lado se encuentra una chica con uniforme y una señora con un gato.

- ¿Vas a la escuela?- me pregunta la chica a mi lado y yo asiento.

- El camión acaba de irse- me dice con una pequeña sonrisa un tanto burlona.

- ¿Sabes si va a pasar otro autobús?, Me dirijo a la preparatoria Nuevas Generaciones- le digo amistoso y ella niega exageradamente.

-No. El último autobús sale a las 8:00 am pero si quieres te llevo en mi bicicleta, estudio en el instituto que esta a un costado- me mira y yo asiento.

Se sube en su bicicleta y yo me paro en los soportes que están en la llanta trasera. Me tomo de sus hombros y ella comienza a pedalear con fuerza. En repetidas ocasiones perdía el equilibrio lo que hacía que nos tambaleándonos, afortunadamente no nos caímos.

Llegamos a la puerta del colegio, le agradecí por su amabilidad y ella se despidió con una sonrisa mientras agitaba la mano. Me di la media vuelta e ingrese a la escuela, camine hasta llegar al casillero que me habían asignado el cual estaba ubicado junto a los vestidores del equipo de la escuela.
Me pude percatar que era un equipo de básquet, años atrás lo practicaba pero por muchas razones dejé de entrenar así que no estaría mal volver a las andadas del deporte.

- Hola me llamo Helen- una chica se acerco a mi mientras caminaba en el pasillo.

- Hola Helen- la saludé tímidamente.

- Parece que vas tarde a tu clase- me dice y me giro para verla, es hasta ese momento que me doy cuenta que es extremadamente linda.

Helen es una chica pelirroja con ojos un poco rasgados y de cabello rizado, tiene ojos de color claro y alcanzó a notar que tiene un poco de pecas esparcidas por su rostro.

- ¿Porque lo dices?- sigo viendola mientras camino.

- Por que lo sé, ¿Que clase tienes?- me pregunta sin quitar la vista de el pasillo.

- Biología- le digo mientras veo mi horario.

- Yo también tengo esa clase, vámonos- me toma del brazo y comienza a caminar más rápido.

Caminamos sobre los pasillos de la escuela, Helen abre la puerta del salón y está rechina haciendo que el salón quede en silencio. Entramos al salon el cual en su interior estaba equipado con el material necesario para brindar una clase de biología.
La maestra que impartía la clase era un tanto parecida a Helen, incluso podría apostar que son familiares.

- ¿Porque la maestra se parece mucho a tí?- preguntó mientra nos sentamos en unas butacas desocupadas al fondo del aula.

- Es mi hermana- me dice bajito y me sonríe.

-No te había visto en mi clase, supongo que eres nuevo ¿cierto?- La maestra dirige sus palabras y su mirada hacia a mi. -Qué te parece si te presentas conmigo y con el resto de tus compañeros. Por favor pasa al frente. 

Me levanto de mi banca y caminó en dirección hacia donde está la maestra. Al llegar al frente me doy la media vuelta y comienzo a recitar mi presentación mientras siento como el nerviosismo recorre todo mi cuerpo.

-Mi nombre es Jacob, me cambie de escuela a mitad del año por mi desempeño académico. Espero tener buenas enseñanzas de esta escuela y poder conocer buenos amigos- terminó de hablar y la maestra asiente lentamente con la cabeza con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

-Bien, gracias por tu presentación Jacob. Pasa a tu asiento por favor.

Camino de regreso a mi asiento y siento la mirada muy pesada de alguien sobre mi, al buscar de donde provenía me encuentro con unos ojos marrones muy profundos que me hicieron sentir escalofríos. No le tomo importancia y continuo con mi destino hasta que por fin me siento de nuevo.

La profesora continúa con normalidad hasta que termina su clase y podemos salir del aula. Así prosigue el día, lleno de clases hasta que llega el momento de asistir a la última para poder ir a casa.


La historia de un amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora