LoveYOURSELF{Omegaverse} ¡koomin! R18

when you love. R18

La bruja Magana no era mas que una pequeña viejecita que vivía unos kilómetros de la casa de Jungkook. Cerca del portal al muro protector encontra los humanos. estos en tiempos anteriores. habían dado caza a las brujas, a lobos y a todo ser místico que se encontrara en sus tierras.
Los recuerdos atroces de los humanos cazando, torturado y matando a sus compañeras y amigos, eran tan vividos.
Que su corazón se retorcía de triste e irá.
Sabía que ya había pasado mil quinientos treinta años de la última vez que se había cruzado con un humano.
Pero no podía olvidar, su corazón no quería olvidar. Ella no era como los lobos.

Ella no moriría hasta que su piel comenzará a podrirse. Magana había conocido a todos los Alfas de la manada Jeon. Incluso fue compañera de uno. Desde su juventud su labor en la manda era de cuidar a los Alfas. Aún que en particular había cuidado a un niño . El pequeño Alfa Jungkook. la vieja lo encontró abandonado, un día donde el calor y humedad abundaba y su cabello inflado era un desastre, el bosque le avisó de la existencia del pequeño. Lo tuvo con ella dos años pero no se encontró a los padres del niño sin nombre. Entonces se había elegido una pareja para cuidarlo, pero estos dijieron que no podían, ya que ella esperaba a otro niño, a último momento. La esposa del Alfa enfadada de tal irresponsabilidad , se lo llevo unos días después. Y lo cuido como si fuera su propio hijo. Para magana la mujer ha de ser una madre excepcional, aún que con la ausencia del pequeño quién inundó su corazón. Lo extrañaba, Fue cuando se dió cuenta que le tenía mucho cariño. Como el hijo que nunca tuvo. Entonces la bruja fue a ver a Jungkook de vez en cuando.

El pequeño empalagoso siempre le decía " abuela". Ella intento corregir aquel apodo pero apesar de lo 125 años del chico , nunca pudo hacerlo. Más que por la actitud terca de Jungkook que por cualquier otra cuestión.

Le llegó una información aquella tarde, mientras hablaba con el bosque. Este le contó con una voz emocionada y Feliz.
-Jungkook , ¡ha encontrado a su pareja! . Es un pequeño humano de cabello amarillo.- a la mujer se le removió el alma. Ella no soportaba la idea de que el pequeño tenga un compañero humano ¡Ojalá que le corten la cabeza del pez hueso a aquel engendro!.
La bruja jamás de los jamases lo aceptaría. Algo debía de estar mal con el mundo si su empalagoso pequeño tenía de pareja a un humano.

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Unos gemidos procedentes de Jimin había colmado la habitación entera. Jungkook miro a Jimin antes de meter toda la longitud del pene de su pequeño en la boca. Un largo y sonoro gemido se elevó al aire hasta perderse.
Jimin apenas podía pensar, el hombre sexy le estaba chupando el pene, Y mierda que le encantaba, arqueó su espalda por la fuerte punzada de placer, cuando con los dedos Jungkook toco su próstata.
No sabía cuándo fue lubricado, por qué su interior se sentía húmedo de una forma exquisita. Los dedos que jugaban en su interior (por así decirlo), y la boca que chupaba, lamía, embestía...

En el momento justo cuando Jimin sentía venirse. Su interior y pene fueron abandonados, por aquellas benditas manos e lujuriosa boca. Que se alejaron dejándolo caliente y enojado. Quería más de esa satisfacción silenciosa que despertó Jungkook a besos.
Jungkook lo volvió a besar antes que su pareja tuviera oportunidad de quejarse.
Jungkook abrió más las piernas del pequeño hombre, alineó su miembro y lentamente penetró el agujero rosado.
El gemido que Jimin dió, cuando Jungkook entro completamente, hizo eco por el cuarto. Jimin despeinado y sudado... Lleno de aquel hombre del cual no sabía su nombre. Cuando ese pensamiento cruzó su mente... El no sabía con quién carajos o que carajos estaba teniendo sexo.
-tu... nom..bre...- apenas logra gesticular Jimin. -Soy Jungkook, mi amor- contesto mientras hacía golpes lentos y placenteros hacia la protasta . Jimin sabía que Jungkook no estaba teniendo sexo con el.
El sexo era duro, en un parpadear ya terminabas , sin decir ni preguntar nada.
Apenas con suerte lograrias un orgasmo. El sexo era como matar una picazón en el culo. Pero Jungkook Lo hacia lento, suave, construía oleadas de ondas electromagnéticas en el cuerpo de Jimin.
Le daba besos largos. Y chupaba la piel fuerte del cuello dejando marcas rojizas. Jimin no hacía nada para detener esto. Era una locura, el hombre le hacía el amor de una forma que brotaban estrellitas en sus manos.