Cayendo

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Otro día más, kim Seok Jin se encontraba recostado en su cama pensando una y otra vez, no estaba haciendo nada de su vida, era una total vergüenza para su familia o eso es lo que decían las demás personas, era un simple chico terminando sus estudios.

- hijo, deberías.. Trabajar, pronto terminaras tu carrera y creo que eso es lo mejor que puedes hacer.

- mmm - la ignoraba por completo, eso es lo que hacia siempre, solo se sumergida en todos sus problemas y desilusiones.

- ¡ya es hora de que te vuelvas un hombre seok Jin! - dijo su madre muy molesta en el marco de la puerta.

- si madre - habló sin gana alguna, salió de su cama como de su casa.

Había emprendido una caminata por la ciudad de seúl, odiaba ver a las personas felices, bueno, él se odiaba a si mismo por no ser así.
Subió en un mirador, lo único que amaba era ver las luces de seúl por las noches, se sentó en el borde del barandal, viendo colgar sus pies, si fuera un estúpido ya hubiese terminado con su jodida vida o al menos para él era algo estúpido suicidarse.

Mientras sus ojos miraban a la nada, recordó algunos sucesos de su vida. La muerte de su padre, posiblemente había sido la peor de todas las cosas que le pasaron, era un hombre tan bueno, trabajador y amoroso con su familia, sin duda quería ser como él, pero se volvió un fiasco, nunca seria como su padre.

Kim Seok Jin bajo del barandal y se fue de nuevo, pasaba por un puente, estaba muy pensativo sobre todo, ¿debería ir a un psicólogo?, ¿morir?, ¿olvidarse de todo?, ¿pero como lo haría?, el chico suspiro y miro al suelo.

Sus ojos no decían nada pero la desesperación en su corazón lo decía todo, su pulso había aumentado demasiado, se arrodillo y cargo a un joven al parecer de su edad, pálido, demasiado, parecía estar agonizando.

- oye - lo cargo y movió un poco, se encontraba desesperado como si alguien de su familia se encontrará en sus manos - diablos.

Se paro y lo cargo en su ancha espalda, si él estuviera en esa situación nadie lo ayudaría pero él tenia la incertidumbre de querer ayudar a aquel chico. Corrió por la ciudad buscando un hospital cercano, pronto encontró uno y entro desesperado.

- ¡podrían ayudarme! - dijo con una expresión de espanto, posiblemente de preocupación también.

Tal vez tres días.. Si, seguramente había pasado tres días desde que salvo la vida de aquel muchacho.

"Pastillas, suicidio, al parecer no tiene familia"

Recordó esfumadamente algunas palabras. No entendía como aquel chico había consumido pastillas para suicidarse, posiblemente ahora era odiado por él, pero nunca hubiese permitido morir a alguien de esa forma.

Tomo un gran suspiro y bajo al comedor, su familia estaba reunida para la cena de navidad, no le gustaba pasar el tiempo con su familia, por lo tanto estaba un tanto inquieto y estresado.

La cena comenzó con unas cuantas preguntas que no fueron contestadas en su totalidad, Jin solo se limitaba a responder "si, no, no lo sé, tal vez" no le agradaba estar entre tanta gente criticona, mucho menos si eran de dinero pues estos se creían los mejores e inalcanzables.

Al fin había terminado la cena, después de que todos los invitados se fueron, la madre de kim Seok Jin se propuso a darle un gran sermón a su hijo.

- ¿cuando sera el día que te portes bien con la familia? No te das cuenta que gracias a su ayuda tenemos una vivienda - hablo bastante enfurecida.

~Fake love~ [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora