Cuando la vida y el amor se encuentran.

Capítulo I: And I loved her.

Bogotá Colombia 31 de octubre del 2011:

-¡MARÍA JOSÉ!-  

Escuché a lo lejos a mi papá llamarme, esto estaba mal, no me llama así a menos que esté enojado o simplemente suceda algo importante, sé que no soy la hija perfecta pero que yo recuerde en los últimos meses no me he metido en problemas, he estado intentando ayudar a mi madre en todo lo que puedo, adopté el papel de ama de casa así ella no debía preocuparse por que la casa estuviera sucia o el polvo acumulado le causara algún malestar extra debido a su actual condición, temía que lo que tuviera para decirme fuera lo que he estado temiendo el último año.

Pero cuando comenzaba a preocuparme por cualquier cosa que pudiera ocurrir en esos momentos casi rompo en llanto al bajar las escaleras de mi casa, pues el terror de que pasara lo peor me estaba matando, me sujeté del barandal que se encontraba a un lado de las escaleras porque de verdad que los nervios me estaban matando. En eso mi cara fue azotada por un puño de confeti y serpentinas, por un momento me quedé como idiota intentando pensar en porqué demonios estaban ocurriendo cosas tan raras.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS POCHÉ.-  Ahh bien, es mi cumpleaños...espera...¡ES MI CUMPLEAÑOS!

Cuando mi mente volvió a la tierra solo reí y mi alma se sintió feliz y ligera cuando vi a las personas que me estaban acompañando en ese momento, estaban mi papi, vale y...buscaba por todos lados pero no veía a mi madre. ¿estaría en el hospital y no han querido decirme?, pero mientras esos pensamientos surrealistas fueron interrumpidos cuando escuché un par de risas que provenían de la cocina pude identificar la de mi madre, pues al reír solía aplaudir de una forma tan peculiar que era capaz de transmitir la felicidad a todos los que la rodeaban, pero la otra, me sonaba muy familiar pero no terminaba de reconocer a la dueña de esa dulce risa.

-Ya que nadie me ayuda a terminar el desayuno tendré que ocupar de la ayuda que me ofreciste, ya escuché que llamaron a poché y no dudo que ahora esté en las escaleras en primera porque no me ve allá en la sala junto con su padre y su hermana y en segunda porque tiene curiosidad de saber quien me acompaña,- Mi madre me conocía tan bien pues cuando me llaman suelo bajar de inmediato y una vez abajo no paro de hablar ni hacer ruido, claro le pareció extraño que no haya ningún ruido en absoluto.

-MAMIIII- Grité mientras salí corriendo en busca de ella a la cocina, quería ya verla y abrazarla, además la curiosidad en efecto me estaba matando.

-Ahí está la princesa de la casa- dijo mi mamá

-Creí que yo era la princesa de la casa- dijo vale haciendo una cara un tanto adorable mientras veía a mi mamá con ojos de perrito regañado.

-la princesa mayor de la casa- corrigió mi mamá excusándose y volviendo a la cocina, volteé a ver a vale y le saqué la lengua en una forma juguetona, después le sonreí y me volteé para abrazar a mi mamá por la espalda y sintiéndome un koala seguí sus pasos mientras entrábamos a la cocina y yo me encontraba viendo a un ser escultural, casi una deidad, hermosa por donde la vieras, quería ver ya su cara pues quería ser deslumbrada por su rostro, no tenía duda alguna de que su rostro fuera igual de glorioso. 

Wait a minute poché, ¿desde cuando cuando te gustan las mujeres?, a lo mucho que llegas es a sentirte atraída por Juancho, el vecino, ahora me vas a salir con que te gustan las mujeres. Comencé a notar que mientras más sentido tenía todo mi pasado amoroso y el rotundo fracaso que eso significaba en mi vida de igual manera comenzaba a confundirme y no estaba para eso a estas horas de la mañana pues volteé a ver el reloj y eran apenas las 6 de la mañana, mucho menos el día de mi cumpleaños, así que decidí poner de lado ese tema y pasé a concentrarme en saber o recordar quien era la mujer que se encontraba frente a mi.