Capítulo II: Here comes the sun.

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- Y bien...- Escuché hablar a la chica que tenía a mi lado

Después de desayunar con mi familia decidimos salir a caminar, mientras recordamos cuando fue la última vez que habíamos salido en plan ''caminar sin rumbo'' pues no teníamos claro que íbamos a hacer ni a donde íbamos, en eso le dije que diéramos vuelta en una de las calles más lujosas del vecindario, me gustaba caminar todos los días por ahí, Calle y yo teníamos la costumbre de muchas veces caminar por calles que no conocíamos en la ciudad, así encontramos nuestro restaurante favorito, no dejé de hacerlo después de que ella se fue y me alegré de no haberlo hecho pues hace unos meses había encontrado un pequeño parque que se había vuelto mi lugar de relajación u escondite cuando decidía saltarme la escuela.

Después de desayunar con mi familia decidimos salir a caminar, mientras recordamos cuando fue la última vez que habíamos salido en plan ''caminar sin rumbo'' pues no teníamos claro que íbamos a hacer ni a donde íbamos, en eso le dije que diéramos ...

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-¿que?- pregunté no sabiendo a que se refería.

-¿POR QUÉ NO VOLVISTE A HABLARME UNA VEZ QUE ME FUI?- gritó Calle tomándome de los brazos haciendo que la mirara a los ojos.

-Me vas a matar si te digo la verdad Calle, mejor sólo ven.- tomé su mano y la jalé conmigo por una calle casi desconocida para ella, pues sólo una vez habíamos pasado por ahí una vez y habían casas a medio construir y un agujero enorme en el piso que no se veía prometedor.

-vamos poché, solíamos ser mejores amigas, no atentaría contra ti de ninguna forma, es decir...te considero aún mi mejor amiga, aún estando lejos y sin saber nada de ti continué caminando por calles desconocidas para así un día llegaba a saber de ti y decidías ir a visitarme poder llevarte a los lugares que había descubierto.- dijo Daniela agachando la cabeza; por un momento hube pensado que simplemente se sentía apenada por lo que había dicho pues pensaba que yo había olvidado aquello que solíamos hacer pero cuando volteé a verla pues dejé de sentirla caminando a mi lado, se había sentado en la banqueta, cuando me acerqué un poco a ella noté que estaba llorando y me lancé corriendo a ver que era lo que pasaba.

-Calle, ¿que pasa?- dije pero al parecer eso la hizo llorar aún más, ¡bien, poché! la vuelves a ver después de 3 años y lo primero que haces es ponerla a llorar, me hinqué a sus pies y la abracé lo más fuerte que pude.

-¡Basta!, ¡para, para, para!- dijo calle apartándome, me asusté y sólo me alejé.

-me estaba ahogando- dijo poniendo una cara boba y riendo, sólo levanté una ceja pensando en como sigue cambiando de humor tan rápido, sin duda era la misma Daniela Calle de la que me había enamo...Poché, ¿ya vas a empezar?, me deshice de ese pensamiento rápidamente y me levanté, le ofrecí una mano a Calle para que ella se levantara.

-No, no quiero- dijo con voz de bebé e hizo un puchero adorable, la tomé de la mano y la jalé para que se levantara, no cedía por nada esta chica, DIOS. Cuando estaba a punto de darme por vencida y mejor tirarme donde ella decidió por fin ceder y con ello al haber puesto tanta fuerza para levantarla y ella levantándose tan fácil fui yo la que ésta vez terminó en el suelo, me apené tanto que solté una carcajada.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2018 ⏰

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