|| 『 ✖ ¡NO! ✖ 』 || #GOLDDY #FNAFHS #OMEGAVERSE

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Sus manos jugaban con el lápiz que tenía en dedos, sus pies se movían al pasar de los minutos mientras el profesor hablaba explicando su clase, Freddy no podía soportar ese repugnante olor a Alfas en el lugar ¿Porque las escuelas aceptaban a Alfas cuando posiblemente un Omega estaría en celo? ¿No correría peligro?. El castaño suspiro. Giró su cabeza hacia un lado topandose con su compañero de al costado. Ahogo un bostezo al saber que era otro Alfa.

¡¿Que acaso los jodidos directores eran tan idiotas de hacer correr peligro a los Omegas en este lugar?! Se cansó. Se levantó de su lugar levantando la mano.

—¿Puedo ir al baño?.— Su mirada era fría, como resultado todos sus compañeros lo miraron extrañado por su comportamiento, Bonnie escribía como si aquello fuera típico de Freddy.

— Adelante.

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El baño para hombres, el típico lugar donde aparecería una violación en cualquier momento, ¿Verdad? Freddy mojo su rostro mirándose en el espejo suspirando, su razón... De resentimiento a los Alfas era muy lógica. Solamente había una explicación.

Su padre.

—¡Vaya! — Una voz interrumpió el lugar junto con el cerrar de una puerta.— ¡Pero que tenemos aquí!— Owynn, Freddy chasqueo la lengua.— ¿Qué hace un pequeño Omega solo aquí y indefenso a cualquier peligro en este lugar? Que casualmente está apartado de los salones, y que nadie te escuchará gemir o pedir ayuda mientras grites. — Owynn dió dos pasos adelante del castaño, el menor se quedó en su mismo lugar.

El moreno río.

—¿Y tú cómo sabes todo eso? ¿Acaso te acostaste a uno que otro estudiante por aquí?.— El Alfa abrió sus ojos y frunció el ceño.— Que pena... Que pena... Nunca pensé que caigas tan baj-

Muy tarde.

Sus manos estaban atrapadas contra la pared y sus mejillas oprimidas para que mirara fijamente a los ojos bicolores del pelipurpura. El castaño se quedó quieto sin forcejear. No mostró temor, tampoco sorpresa.

— Oh porfavor Fazbear. — Owynn bajo lentamente su mano por la cadera del moreno, aquel no proceso palabras pero aún estaba con su mirada rígida. — Me ofendes muchísimo hasta el punto de hacerme enojar.— Siguió hablando hasta guiar su fría mano hasta el abdomen del menor.— Y... hacer enojar aún Alfa no es bonito ¿sabes?.

No esperaba que nadie lo ayudará.
No quería ser rescatado por nadie.

— Hijo de puta.— Era fácil liberarse de esa situación, estiró su rodilla hasta el punto de Golpear la entre pierna del pelipurpura haciendo que este caiga al suelo retorciéndose de dolor. No correría. Eso era muy cliché. Sonrió de forma arrogante colocando su pie en la entrepierna del mayor haciendo fuerza en ese lugar.— Podría cortarte los huevos ahora mismo.— Comentó y relajó su expresión.— Pero me confirmaré con pisarte y me iré a mi salón como si nada de esto hubiera pasado ¿Bien?— Y lo hizo. Golpeó a Owynn en la parte donde más le duele antes de irse.

¿Un Omega no podía hacer simplemente eso cuando estaba en una situación riesgosa? Por eso los consideraban débiles.

Antes de irse observo como una peliverde camino de la lado de él, era la Beta de aquella vez. Esa misma le dedicó una mirada de odio y rencor Freddy sonrió en respuesta. Genial... Ya había ganado dos enemigos.

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—¡Freddy! ¡Mira! ¡Bon y yo juntamos nuestras comidas para invitarte un poco!.— El pelimorado levantó su pequeño paquete de almuerzo y Bon simplemente sonrió en respuesta, después de todo aquel Beta no era tan malo.

— Gracias.— Comentó el castaño con un leve rubor en sus mejillas suspirando un poco recostandose en el pupitre de su mesa, Bonnie se exaltó al ver esa expresión, acambio el peliturqueza se había sonrojado a más no poder, lo único que logró apreciar en los pocos días que estaba con el moreno a su cuidado era una expresión de desagrado y disgusto total, pero verlo de esa forma tan... Sumisa lo hizo estremecer.

El Omega rebuscó por su mochila hasta sacar dos píldoras las cuales comenzó a murmurar a lado de su compañero ayudándolo a beber y pasar las pastillas, para que esté cerrará los ojos a los minutos.

—¿Qué pasó?.— Pregunto finalmente Bon.

— El Celo de Freddy se adelantó.— Murmuró en voz baja, sus compañeros estaban cerca de ellos y no le gustaría que ese tema se haga público.— Siempre tengo dos pastillas especiales para él en esta ocasión, una que un supresor y la otra para que descanse tranquilo unas cuantas horas.— Comentó y Bon asintió en respuesta.— Así que, cuidaremos de él hasta que termine las clases.

Bon miro de reojo el marco de la puerta encontrándose con la mirada penetrante de una peliverde la cual paso como si nada, pero aquel sabía que algo malo estaba tramando.

En fin.

Las horas transcurrieron y con ello llegó el atardecer, aún faltaban por lo máximo 3 horas para poder retirarse a sus hogares, el castaño de ojos azules abrió los ojos poco a poco parpadeando un par de veces para aclarar su visión. Levantó nuevamente su mano para captar la atención del profesor el cual musito un "¿Si?".

— ¿Puedo ir al baño?— Y esta vez lo decía enserio.

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Los pasillos estaban desiertos, Freddy miraba a todas partes suspirando, solamente quería un respiro de todo aquello, el asqueroso aroma de la gente apunto de entrar en celo... Cómo el. ¿Cómo pudo ser tan descuidado en ese tema? Todo sea por cuidar a Bonnie, valía la pena. Era su mejor amigo y no dejaría que cualquier idiota se aprovechará de él. Tenía mucho cuidado con sus decisiones.

— Y este sería la sección de salones de mayor calidad.— Escucho a lo lejos pero simplemente lo ignoro y siguió su camino.— Creo sus hijos pueden estar cómodos en este lugar.— Freddy se detuvo antes de dar la vuelta, observando a lo lejos al director de toda la institución.— ¿Que me dice señor Golden's y señorita Golden?.

Los ojos de Freddy se abrieron aún más cuando su visión logró ver a seis personas en el lugar, dos de ellas parecían ser los padres, un Alfa con apariencia potente y demandante con una posición firme, la otra parecía un poco más delicada.

El sabía quién era esas personas.

El señor Golden's, de la empresa más codiciada y envidiaba por todas, detrás de él estaban sus dos hijos que desde su nacimiento, prometieron ser dos Alfas con elegancia.

La otra parecía ser un Omega, divisó mejor su visión y tenía dos bellas hijas, Freddy alzó la ceja al no reconocerlas bien. Pero. Dio media vuelta, no necesitaba meterse con uno de ellos, era inteligente.

— Que se pudran todos los Alfas del instituto.

Murmuró haciendo sus manos puños. Freddy... Cuando entenderás que no todos son iguales.