Desde mi ventana se veia a un chico sexy, creo que me pasé unas dos horas mirándole.
-¡Marta bájate, es hora de comer!.-Me gritó mi madre-
Bajé las escaleras y me senté en la mesa.
-Marta deberíamos dar una vuelta por el barrio para ver el ambiente.- Me dijo Andrea-
La asentí con la cabeza mientras la decía que era una buena idea. Mi madre como siempre protestando, nos dijo que tuviésemos cuidado y que no tardásemos mucho porque ibamos a cenar por ahi.
Terminamos de comer y me subí a cambiarme. Me puse unos shorts vaqueros con una camisa amarilla corta de capas y unas superga negras de plataforma, me peiné un poco y rápidamente me bajé.
Andrea y yo salimos por la puerta, al principio no había nadie en la calle pero a medida que avanzabamos vimos en una plaza a un grupo de chicos.
- Tia mira ahí hay un grupo, vamos a acercarnos.- Me dijo Andrea-
-Aish no se que vergu ¿no?.-La contesté-
- Joder tia siempre dices lo mismo, deja de ser tan vergonzosa, venga que no pasa nada.- Me respondió-
- Vale vale, pero no te motives.- La dije riéndome-
Andrea me cogió de la mano y me llevó con el grupo, yo me quedé atrás porque ahí estaba el chico de la ventana.
Andrea como es muy abierta fue y se presentó. De repente vino el chico de la ventana.
- ¿Que hacias todo el rato mirándome por la ventana eh?. - Me susurró al odio-
-Déjame ¿vale?-le respondí-
-¿Y si no quiero bebé?
- No me llames bebé. -Le respondí roja-
- ¿Y porque no? -se acerca a mi-
En ese momento no sabia que decir, es como sentir mariposas en el estómago.
