POV TN:
Son las 9:30 de un domingo por la mañana. Se escuchaba un sonido repentino cerca de mis oídos, era irritante. Entre abrí los ojos y estaba ahí mi hermano de 10 años parado frente a mi cama.
_____ (TN) Ya despierta! Tenemos que ir a desayunar! Despierta, despierta!
No soportaba a aquel mocoso que ya tomó como rutina venir a despertarme. Estaba considerando cerrar mi puerta con seguro...
Seguía escuchando aquella voz aguda que me hacía doler la cabeza. Me volteé, dándole la espalda a Mikel. Se percató en seguida que estaba siendo ignorado y saltó sobre mi cama, dándome un golpe sobre las piernas.
¡Auch! ¡Ya vete, es domingo y puedo dormir hasta la hora que quiera! - le decía con mi voz ronca.
Bueno, si mamá te regaña no es mi culpa... - decía con su voz aguda y una sonrisa pícara. Escuchaba como caminaba y cerraba la puerta de mi cuarto.
Después de aquel espantoso momento, intenté volver a dormir pero no pude. ¡Odio a mi hermano, porque siempre tiene que andar molestando!. Me levanté y me dirigí al baño. Llegando, me froté los ojos con mis dedos, me miré al espejo y me amarre el cabello dejando libre mi cara, enseguida me eché agua en el rostro para despabilarme un poco.
Escuchaba el eco de mi madre llamándome desde el primer piso para bajar a desayunar... como siempre.
____ (TN) Que tanto haces?! Te estamos esperando!Agghhh! Ya vooyy!!! - son de las cosas que más me desesperaban, después de mi hermano, claro.
Al bajar, mi padre, madre y hermano estaban en aquella mesa redonda de madera desayunando. Mi madre voltió y me miró de la peor manera. Ya me acostumbré que hiciera eso. Ignorándola, me senté en mi lugar, agarré los cubiertos y corté aquellos panqueques que había preparado mi papá, son mis favoritos. Eran tan deliciosos que nadie decía nada. Me encantaba combinarlos junto con el vaso de leche fría que tenía enfrente, ¡Joder es exquisito!
Al terminar, recogí los platos, cubiertos y vasos y los llevé hasta el fregadero. Le di las gracias a mi papá por el desayuno y me subí rápidamente a mi cuarto. Cerré la puerta.
Me acerqué a mi escritorio y agarré mi teléfono. Al desbloquearlo, la notificación de que Sebastian Villalobos había subido una nueva foto llamó mi atención. Entré rápidamente a Instagram, le di like y comenté varios corazones. No había visto ni siquiera bien la foto. Regresé a observar bien aquella y me percaté que era un aviso. Uno de los avisos más hermosos que había visto en mi vida:
" ¡Sebas y Mario Ruiz en Mexico!
Evento producido por Sprite, este domingo 14 de Noviembre a las 6:30 pm en el Monumento a la Revolución.
Boletos desde las 5:30 am. Te esperamos!
No podía creerlo, hace mucho no venia Sebas a mi país. Estaba tan contenta que pegué un grito tan fuerte que mi mamá entro de golpe a mi cuarto.
____ (TN) qué pasa?! Estás bien?! - decía con su rostro preocupado.¡Más que bien! Sebas va a venir a México este Domingo! - Brinqué y le di un abrazo súper fuerte a mi mamá de la emoción. Ella se quejó y me empujó. No me importó, ¡estaba muy feliz!
Vaya, a qué hora es? - Siempre que decía eso era porque teníamos algo planeado. Tan solo unas palabras hicieron que me pusiera súper triste.
A las 6:30, ¿por qué, tenemos planeado algo? - hice un pequeño puchero.
Ehhh!!!! Te la creíste! Claro que sí. Iremos con mucho gusto ____ (TN).
Mamá! Te odio, deja de hacer eso! - dije enojada cruzando los brazos.JAJAJA, lo siento es muy divertido!
Bueno, sigue investigando para que sepamos todo. - Acerté con la cabeza y mi mamá salió. Me lancé a la cama dejando caer mi espalda sobre aquellas cobijas azules mientras colocaba el teléfono sobre mi pecho y volvía a gritar.
Me levante después de estar algunos minutos sonriéndole al techo, tomé mi bocina, la conecté a mi teléfono y puse la canción a todo volumen que apenas había sacado Sebas: "Cafecito". Bailaba sin parar, sentía la adrenalina en todo mi cuerpo. Al terminar de ponerla por cuarta vez, decidí que era suficiente y me metí a bañar.¿Acaso iba a conocer a Sebas en persona?