Converse High ',♡ Yoonmin Chats

11. Clases de piano.

Nota de la autora:

capítulo de narración normal.

~♥~

El timbre sonó, otra clase de cerámica estaba por comenzar, pero al llegar ahí, todos los alumnos se sorprendieron gratamente al ver que el profesor había faltado a clases, lo que significaba, tiempo libre para todos.

Yoongi estuvo a punto de alcanzar a SeokJin para que fueran a almorzar o tomar un café, pero el pelinegro ya se había escabullido y le dio pereza buscarle. Además, cierto moreno tocó su hombro.

—Yoongi hyung, hola. —sonrió enseñando su perfecta dentadura más aquel diente torcido que lo hacía aún más guapo.

—¿Tienes algo que hacer ahora? —el mayor negó.

—E-este yo, le he preguntado a Jin-hyung si alguien tocaba el piano, y me ha dicho que tú, qu-quería saber si tú... ¿Podías enseñarme? —Yoongi frunció el ceño, el menor no supo interpretar su expresión puesto que se apresuró a lo que imaginaba como una negación. —¡Te invito a un café y pastelillos!

El menor hizo reír a Yoongi, mientras sentía aquellas conocidas mariposas revolotéandole por dentro, no dudó en asentir, sonriéndole, y riendo cuando Park suspiró aliviado, no podía creer que aquello estuviera sucediéndole, y el moreno le tomó de la manga. —Vamos al café que está al lado, venden unos cupcakes exquisitos, mi favorito es el de f-..

—¿Fresa? lo sé, es el mejor cupcake del mundo. —le cortó el rubio, riendo, enseñando sus rosadas encías, Jimin se sonrojó al ver al mayor tan relajado, y se alegró de estar conociéndole mejor, aunque eso no conseguía que olvidara a su amigo de los mensajes con quién se había acercado tanto últimamente.

—Junto a un buen...

—¡Americano! —ambos rieron cuando Yoongi completó la frase, y de pronto los dos estaban tan a gusto, que se decidieron a olvidar todo, hoy sólo eran ellos dos.

Después de que sus pedidos idénticos estuvieran listos, entre sonrisas y sonrojos sútiles, se dirigieron a la sala de ensayos, Yoongi sabía que nadie la usaba a esas horas.

Al llegar ahí, Jimin vió un piano marrón que le revolvió las entrañas, se sintió mal por sonrojarse por alguien que no fuera el chico de sus mensajes, pero pensó, que todo esto lo hacía por él, y cuando pudiera tocarle una canción y le contara quién le enseñó, el chico estaría tan feliz por lo que hizo que ni siquiera se preocuparía de un pequeño sonrojo.

—Eh, Jimin-ssi, ¿Te encuentras bien? —preguntó con un ligero tono de preocupación ante el chico que parecía absorto en sus pensamientos.

—Si, todo bien hyung, ¿Comenzamos?— el moreno tomó asiento a su lado.

—Bien, primero, debes aprender las notas, ¿Las conoces? —el moreno asintió. —Las blancas son las notas normales y las negras bemoles, ¿No? 

  —Así es Jimin-ssi, las notas graves las encuentras al lado derecho, y al izquierdo las más agudas.

—Puedo tocar acordes, pero quiero que me enseñes a tocar una canción.