¡RESPUESTAS!

CAPÍTULO #15 Mi Vida. (No es cuestión de suerte)

Todo empezó un día que tenía muchísimos deseos de leer y le dije al responsable de volverme demente, que me recomendara un libro para leer. Y me recomendó el libro de Robert Kiyosaki Padre rico, Padre pobre. En ese entonces tenía 15 años y al leer ese libro mi vida dió un enorme giro, cambié mi forma de pensar, actuar e inclusive, estudiar. Las ideas antiguas que tenía sobre mi futuro se convirtieron en una respuesta de una vida mejor aprovechada.

Gracias a Robert De la Cruz soy la nueva demente que se agregó a la familia del 3%. Gracias a él creo que los libros que leí con respecto al tema de libertad financiera y el escribir este libro no fuera posible. Creo que todavía estuviera pensando en hacerme profesional y trabajar para alguien más. Y que mis ambiciones terminarán ahí.
Ahora pienso en algo más, en hacerme profesional, y usar esta como puente para trabajar en mi propio negocio.
Tenemos un sistema educativo que nos enseña cómo sumar pero no cómo multiplicarse a sí mismo. En la escuela nos enseñan a trabajar para alguien más, cumplir los sueños de alguien más, pero no nos enseñan a trabajar por los nuestros, ni a crear nuestro propio imperio. Simplemente cumplimos el sueño de hacernos profesionales pero no de hacernos libres; en la escuela nos refuerzan el tener modales, pero no nos refuerzan nada que trate sobre la libertad y la educación financiera.

"Estudia para que no dependas de nadie ". - María López Minaya. (Mi madre) y en verdad se lo creo completamente.
Porque, "el demonio sabe más por viejo que por ser el rey de todos nuestros males".
Pero Dios me puso en el camino a alguien que me transformara y me desviara del camino que estaba tomando para luego coger el que fue hecho para mi y el que me corresponde.

Mi vida no ha sido fácil, porque escogí lo difícil. Pero aún así aunque la situación sea difícil y me cierren caminos o puertas a la vez trato de hacer el camino yo. Si quieres algo tienes que sacrificarte, dar todo de ti y mientras más lo intentes más esfuerzos haz de hacer. Siempre debemos dar más aunque no creas que puedas. Siempre hay que mejorar, aunque no creas que tengas que hacerlo.

Pero tranquilo, sé que en algún momento de tu vida sentirás que esas fuerzas se desvanecen, no tendrás ánimos para hacer absolutamente nada, ni luchar por nada, eso es normal en algún momento de nuestras vidas, porque muchas veces haremos miles de esfuerzos que no serán valorados por nadie y muchas veces ni por nosotros mismos. Estoy conciente que no todo es color de rosa y que siempre no estarás dispuesto a dar el 100%, porque estarás agotado de tanta batalla. Es válido sentirse decaído, es válido querer no hacer nada, es válido sentir que ya no das más. En este mundo todo es batalla y sacrificios pero llegará un momento en el que dirás ¡basta! y puede que te detengas y frenes todo aquello por lo que tanto has trabajado y amas. Un consejo que te doy es que no te detengas por mucho tiempo, sólo lo suficiente para poder reponerte. ¿Por qué te cuento esto? pues, a mí también me pasó lo mismo pero yo cometí un error.
Este es el momento en el que te cuento otra anécdota de mi vida.
Éste libro lo escribí en Wattpad en el 2018 y desde ese entonces no volví a editarlo. Me enfoqué en otros libros. Desde allí siempre he sido una joven muy Proactiva, inalcanzable y que siempre vivía trabajando en algo que le hiciera crecer. Sin embargo, en el 2020 pasó algo inesperado que cambió completamente mi vida. Para muchos el cambio fue de manera positiva pero para otros sacó su lado negativo. Mi vida siempre se ha caracterizado por un ajetreo constante, en el que nunca trato de detenerme sino que vivía en un constante cambio y accionar.
En el 2020 comenzó la pandemia del COVID-19 a nivel mundial. Esto provocó que todas mis actividades diarias se frenaran, dejando de salir de casa, estudiando vía online. Al tener muchas comodidades me fui adaptando a ellas, esto hizo que me convirtiera en una persona un poco antisocial, ya que siempre tenía el deseo de no querer salir de casa porque me sentía mejor en ella, me gustaba mucho pasar tiempo a solas y en muchas ocasiones en la mayoría perdí mucho tiempo solo haciendo nada o cosas insignificantes, lo más productivo que hice fue estudiar y terminar de editar este libro. Tal vez estés preguntándote: ¿cómo es posible que alguien después que haya escrito un libro tan motivador se haya convertido en la persona peor motivadora del mundo? Y... ¡si! Puede suceder porque soy humana y también cometo muchos errores; también quiero que sepas el gran giro que da esta historia. Cuando me di cuenta de la persona en que me había convertido, como por ejemplo: vaga, que no le gustaba hacer muchas cosas, que se cansaba de todo, que inclusive hasta aumento de peso. Tuve que replantearme a mí misma y preguntarme, Alexandra, ¿esta es la vida que quieres? Si este fuera tu último día de vida, ¿estás viviendo como en realidad quisieras vivir?
Y fue ahí donde me obligué a mí misma a tratar de volver a la acción, yo misma tuve que quitarme todo lo que me volvió adicta a la vagancia para poder comenzar a hacer algo. Tenía muchos juegos en mi tableta por lo que los desinstale. Volví a instalar Wattpad para terminar de editar el libro de Respuestas e imprimirlo. Pero para terminar de editar este libro tuve que leerlo nuevamente para ver en cuáles cosas había fallado en cuanto a la ortografía y verificar si había escrito algo distinto a mi perspectiva actual. Ya que como seres humanos vamos evolucionando.
¿Sabes qué pasó? Cuando comencé a leer mi libro me di cuenta de lo asombrosa que era, me di cuenta que cuando me propongo hacer algo lo puedo lograr, me di cuenta que cuando solamente dedico un momento a tratar de profundizar en mí, dar lo mejor de mí y darle al mundo lo que llevo dentro, pues puedo convertirme en alguien que ni yo misma pensé que sería, yo misma me fui devolviendo la chispa que me convirtió en realidad en lo que verdaderamente soy. ¿Quién iba pensar que con mi propio libro yo misma en un futuro me ayudaría a mí misma a poder levantarme y volver a la marcha? ¿Qué loco no? ¡Pero pasó!
Y estoy completamente agradecida, feliz y satisfecha de quien soy yo y de quien me convertí. Doy las infinitas gracias a Dios por permitir que me pasara todo esto, solo para darme cuenta que muchas veces nosotros también podemos ser nuestros mejores amigos. Y no me arrepiento de haber conocido mi peor versión.