Nubes Negras

13 1 0
                                    







El día había comenzado, llegar a su trabajo solo ocasiono que entre gritos, nombres y regaños solo se sintiera abrumado, sentía que una presión se ejerciera en su cabeza, en su interior era como un palpitar incesante que martilleara su cerebro y el eco retumbara en sus oídos, todo vino a empeorar en el momento que el primer rostro en recibirle en el trabajo fue el de su jefe, sabia perfectamente que palabras ese rostro regurgitaría ese rostro que le causaba una cólera incesante.

-Evan, llegas tarde, no debería permitirte el acceso y laburar, tienes suerte de que nos falte personal en la cafetería.

Escucho el regaño continuar y continuar por varios minutos mientras se colocaba el mandil y tomaba su libreta, volteo a verle con una sonrisa mientras las palabras se ahogaban en su garganta, en sus adentros sentía una ardiente sensación borbotear la cual podría ser capaz de fundir hasta el hierro mas solido mientras en su mente solo se formulaban una enorme lista de pensamientos peyorativos entre los cuales solo sobresalía entre los demás, TE ODIO MALDITO BASTARDO.

Su cólera aumentaba con cada palabra que el le decía, como podía juzgarle, con que derecho sabiendo que el tenia un mayor sentido de responsabilidad que el patán que abrió la cafetería a las 12 de la tarde porque estaba tirado de ebrio por la noche anterior.

Sus músculos se tensaron para no propinarle un puñetazo que podría costarle su trabajo y su quijada se quedo firme con esa sonrisa falsa, esa sonrisa fingida que debía mantener durante todo el día sin importar cuan desgastante pudiera ser, después de varios minutos de reclamos lo único que acertó a contestar es que no volvería a pasar, que su despertador no había sonado, y que los clientes no morirán por 5 minutos sin un mesero.

5 minutos es un lapso de tiempo corto, para la gente normal 5 minutos no son nada, son solo minutos insignificantes.

Pero para el no, para el 300 segundos de silencio, calma y quietud pueden ser suficiente para desarrollar una tarde de ansiedad, una innegable espiral de desesperación e ira capaz de hacerle sentir diminuto e incapaz de realizar un cambio relevante a su alrededor con todo intento terminando de manera insignificante y sin notar. 


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 08, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Días lluviososWhere stories live. Discover now