Un bello día lluvioso

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El despertador sonó como siempre, los rayos de sol se colaban entre las cortinas blancas de la ventana, se podía ver que el día seria radiante, sin embargo, el hombre tirado en la cama no sentía motivo alguno para levantarse, permaneció en recostado despierto durante más de 10 minutos, al abrir los ojos fue recibido por su silenciosa habitación, la música que había colocado antes de dormir para evitar lidiar con el silencio debió terminar a mitad de la noche, después de haberle arrullado plácidamente, la angustia no tuvo presencia en sus sueños, no despertó a las 4 am sin motivo aparente, todo apuntaba a que amanecería soleado, después de un merecido descanso podría llevar una mañana tranquila, pero no podía levantarse de esa maldita cama, las sabanas se pegaban a el como la presa de una criatura enorme que se negaba a soltarlo, lo asolaba incansable en una abrazo frio y letárgico, se sentía vacío, lo que algún día le motivaba para levantarse no estaba, sabia que el momento en el que pusiera un pie fuera de la cama tendría que comenzar la rutina de siempre, se pondría su ropa de hombre normal, y se miraría a si mismo con una sonrisa ajena, miraría al piso antes de ponerse de pie, observaría sus pies, pies que no habían dejado la huella que esperaba en su paso por la vida, estiraría sus músculos para escuchar el crujir de sus huesos, huesos cansados, tomaría un desayuno improvisado y entonces se pondría en marcha a su trabajo, ahí vería el rostro de las mismas personas que ha visto durante años, rostros familiares, rostros que conocía bien, pero rostros que no le decían nada, rostros de extraños que compartían su rutina, el afán de pretender interés en lo que ahí haría de manera mecánica, como un robot sin alma que habría de cumplir su propósito, un propósito que no era el suyo, un propósito que le habían impuesto, en más de una ocasión pensó en reportarse enfermo, pero su sentido de responsabilidad se lo impedía, tenia gastos como los demás, sabia que no podía dejar caer su salario, todo mundo tiene problemas, puede que mayores que simplemente la falta de interés por un día o dos y no podía quedarse en cama sintiéndose miserable por siempre, tras una espera que se hizo sentir eterna se armó de valor y pudo levantarse, se puso su disfraz de persona normal, se paró frente al espejo y se dio así mismo la mejor sonrisa que pudo, una sonrisa falsa, una sonrisa para ocultar su tristeza ante todos.

El día había iniciado soleado, hermoso y muy brillante, aquel joven miro al cielo, pero para entonces el sol se había ocultado tras una nube gris hinchada como un globo, el día era hermoso, brillante y lluvioso.

Días lluviososWhere stories live. Discover now