En mi familia siempre fue una tradición tener cajas de recuerdos.
Ya saben, cajas donde se guardan pequeñas cosas de la infancia o simplemente pequeñas cosas. Fotos, diarios, chupetes, algún que otro primer zapatito que usaste.
Yo tengo una.
Mi hermano tiene una.
Pero la caja de recuerdos de mi madre no contenia precisamente esas pequeñas cosas.
Contenía cartas, postales, poesías, todas estás escritas por mi papá.
Mi papá.
La vida de ese hombre siempre fue tan misteriosa.
No le guardo rencor, a decir verdad, por desaparecer de mi vida y de la de mi madre, porque para el bien de ella se consiguío una persona que ahora la ama y con la que tuvo a mi hermano.
Pero mi padre siempre será el anigma de mi vida.
Por eso, decidí sumergirme en una misión que arriesgaría casi todo lo que tengo.
Encontrar el paradero de mi padre.
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Incompleta
AventuraNunca sintieron que su vida estaba, ¿incompleta?. ¿Que había algo que no encajaba? Que por mucho que lo intenten y traten en averiguarlo, no se puede. Eso es lo que me pasa con la historia de mi padre. Está, incompleta.