Siempre Tuya

Capítulo 7

Afuera llovía,  por lo que apreté fuerte mi cartera contra mi pecho. Subi al auto con prisa por el lado del copiloto.  Necesitaba llorar y sacar todo esta que me estaba matando por dentro

-PORQUEE?!! - gritaba con fuerza y rabia mientras las lágrimas inundaban mi cara

-PORQUE TENIA QUE ESTAR AQUÍ! PORQUE ÉL!

-ESCAPE DE TODO PARA INTENTAR SER FELIZ, Y SI, SE QUE SOY LA PERSONA MAS INFELIZ DE RODAS POR NO ESTAR A SU LADO PERO PORQUE TIENE QUE ESTAR AQUIII!  DIOS NO ERAMOS AMIGOS??!  -no paraba de llorar, todo dentro de mi terminaba de romperse, subí mis piernas al asiento y las abracé colocando mi cabeza entre ellas. Escuche la puerta del piloto abrirse, grite y me sobre salte del susto pero su mirada me tranquilizó al instante,  frente a mi estaba el hombre de , mi vida, mojado y mirandome. Subió al auto y colocó el seguro.  Estaba tenso, rojo, sus ojos echo furia.  Se acerco a mi para mirarme, busque alguna sonrisa, pero no conseguí nada, su mirada era fría. Colocó mi cinturón y luego volvio a su lugar colocándose el suyo

-Llaves -dijo frío y cortante extendiendome su mano sin mirarme

Lo observe con miedo, la ultima vez que estuvo así casi teníamos un accidente automolisrico

-Ppaa..ra.. qué las quie..

-DAME LAS LLAVES -Cerré los ojos y me acurruque a la puerta por su grito. Tenía mucho miedo. Temblando saque las llaves de mi cartera y se las di

-Ahora me tienes miedo? Cuanto has cambiado brithnye -me miro triste y se acerco a mí,  cerre mis ojos de nuevo por temor.  Pude sentir como su respiración se entrecortaba y su mandíbula se apretaba. Beso mi frente y se cómodo

     
     Manejaba a una velocidad reducida, no se veia muy bien el frente por lo fuerte que llovia pero si pude notar que eatabamos en carretera

  Deje de sozollar al concentrarme al mirarlo. Mi corazón estaba feliz por estar con el, quería abrazarlo, besarlo, sentirlo, deciele cuanto lo amo...

-Yo.. tengo que explicarte las cosas, no quiero que pienses cosas que no son -dije quedando sin aire y mirando mis piernas

-Solo dime algo, ya te entregaste a él? -su mirada se encontro con la mía, no tenia nada que reprocharme, pero yo tampoco tenía con que contraatacar..

Miré hacía abajo y..  -No... pero.. -Dije nerviosa

-Solo dime por favor- aparco el coche y levanto mi barbilla para que lo mirara, esta vez hablo dulce, con desespero. Me moría por besarlo, se los juro!

-Yo.. no pero... esta mañana estuvimos en la tina -no debí darle explicaciones pero necesitaba que supiera que mi cuerpo solo le pertenecia a él

-Eso es como ser suya, tu cuerpo, mi cuerpo -su voz era desesperada - ahora es de el amor. Empece a llorar por sus palabras, sus ojos se cristalizaron derramando una lágrima,  tome su rostro y lo besé,  no pensé nada en eso momento, lo bese como nunca, fue un beso lleno de pasión,  de lujuria. Quite mi cinturon con desespero y liego quite el de él. El me tomo por la cintura y me sento sobre él,  sentí como mi alma revivia, mi cuerpo reaccionaba a sus caricias, mis labios sisfrutaban la dulzura de los suyos. Sentí que de nuevo la felicidad volvia a mí,  me sentía viva. Me separe despacio de él pegando nuestras frentes, una de sus manos estaba posada en mi cintura y la otra acariciaba mi espalda.  Mi mirada busco la suya con dulzura, sus ojos gritaban felicidad, eran azules, como el cielo. Se escapo una sonrisa de sus labios que al intante se marco en mi rostro.

-Yo te amo, aunque ya tu no lo creas, te amo con todas mis fuerzas. Y aunque ahora éste casada, sigo siendo tuya -dije acariciando su cabello. Note como mis palabras emtristecian de nuevo sus ojos

-Brit, escuchate, estas casada. Ya no eres mía, tu corazó..

-Si lo soy! Yo te amo! -Dije besandolo de nuevo -escapemonos por hoy, necesitamos hablar, necesito eatar contigo. Mi corazón,  mi alma, mi vida vuelve al estar contigo.  Por favor,  aunque sea hasta mañana por la mañana. Por favor.

-Te amo enana, vamos, hoy solo seremos tu y yo, de nuevo nosotros

    Escuche ángeles cantar por mis alrededores

Tome mi lugar y entrelace nuestras manos, el beso la mía y nos dedicamos una calida sonrisa. Stephen encendió el motor y seguimos en marcha