- Buenos días Justin.- Dijo ____ con su coqueta voz, esa que hacia estremecer a cualquier hombre.
- Buenos días ____.- Entro a su oficina.- Me mandaste a llamar?
- Así es, toma asiento por favor.- respondió cruzándose de piernas, haciendo que un pequeño bulto apareciera en el pantalón de Justin.- ¿Sabes lo que pasa esta noche no es así?
- No, la verdad no.- Tomo asiento.
- Bueno, hoy es la cena de los ejecutivos administrativos.- Le entrego una carpeta marrón.
- Ok, mi pregunta es ¿Qué tengo que ver yo aquí? Digo solo soy tu secretario.
- Si, eres mi secretario, pero te necesito en esa junta.- se levanto de su asiento y camino hacia Justin sentándose en el escritorio frente a el.- Es muy importante tu asistencia, conoces todos los procedimientos de esta empresa tanto como yo.- Suspiro.- Como dije, Te necesito.- * Y yo te necesito pero en la cama* pensó Justin.- Por favor Justin, necesito tu ayuda esta vez.- Justin miro detenidamente, sus ojos azules como el mar, su ondulado cabello castaño, su boca, su sensual boca, como le diría que no a aquella diosa griega? Por un momento se imagino entrando en ella, besando su cuerpo, lamiendo sus pechos, besando su feminidad, haciéndola suya por toda una noche. Era un pervertido, si, pero solo con ella.- Justin me vas a responder?- eso hizo que el reaccionara, y la miro fijamente.
- Claro.- una radiante sonrisa apareció en el rostro de ___.- ¿A que hora es la cena?
- 7:00 pm, si quieres puedo pasar a buscarte, por mi no hay problema.- Sonrío y se inclino hacia el, el escote de su blusa dejaba al descubierto sus increíbles pechos los cuales Justin veía con admiración.
- Claro.- Se aclaro la garganta y desvío la mirada.
- Excelente.- celebro ____ y volvió a su asiento.
- Bien, ahora si me disculpas, tengo trabajo que hacer.
- Claro, Justin retírate.- Dijo _____ concentrada en sus papeles.
Justin salio de su oficina camino al baño, como esa mujer podía ponerlo de esa manera? Excitado, caliente, con ganas de tomarla de las caderas y entrar en ella hasta en lo mas profundo de su ser, como era posible que con solo una simple palabra lo hiciera sentir a mil? No había explicación, esas mujer lo había hechizado.
- Ahora que hago contigo.- Miro su erección.- no puedo encargarme de ti aquí.
Se mojo el rostro y se miro al espejo, necesitaría a una puta que saciara su necesidad, aun que no lo sienta suficiente. ¡Demonios! ¿Como era posible que no pudiera llevarse a su sexy jefa a la cama? Tenia que tenerla bajo sus sabanas, rogando más, gimiendo su nombre, apretando sus manos contra las sabanas, necesitaba verla muriendo de placer por el, lo conseguiría así le llevara una vida hacerlo, lograría que ____ Pemberton, llegara a su cama.
Salio del baño y aviso a la recepcionista que saldría un rato, se fue en su auto hasta dar con un prostíbulo, necesitaba que alguien bajara esa erección, si por ahora recurrir a una puta era lo necesario, lo haría. Pagaría por sexo.
