[ABRAZO]
La rubia caminaba por los pasillos de la escuela, mientras se dirigía a su salón de clases.
Llegaba media hora antes de que comience la jornada escolar. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar, y tenía ojeras que había cubrido con maquillaje.
Aun así, tenía una sonrisa falsa en sus labios.
Estaba cruzando una esquina, cuando cayó al suelo tras el impacto repentino de un joven castaño.
— ¡Lo siento! ¿Te hice daño? —Preguntó, con preocupación en su voz.
—No te preocupes, estoy bien—. Dijo ella, levantándose del suelo y sonriendole al chico.
La mirada de preocupación de Freddy pasó a una de sorpresa al ver al rostro de la chica.
—Joy... ¿Qué tienes? —Preguntó, confundido.
— ¿Qué? —Cuestionó la rubia. Sintió algo correr por su cara cuesta abajo. Se tocó la mejilla y pudo deducir que era.
Lágrimas.
¿Había llorado tanto que ya ni siquiera podía controlar su llanto?
—No es nada. Sólo es que últimamente estoy teniendo alergias—. Mintió la rubia, mientras se secaba sus lágrimas.
Iba a seguir caminando. No quería explicar porque lloraba, no en aquel momento ni en aquel lugar.
En cuanto al castaño, estaba helado.
La chica estaba pasando por al lado suyo, cuando el chico la tomó del brazo, y la atrajo hacia él.
Dios, ¿hace cuánto no la abrazaban?
Su cabeza estaba en el pecho del chico, mientras Fred la abrazaba con fuerza contra él.
—No me mientas, Joy. Te conozco desde cuarto grado. Si me dices que te sucede, puedo ayudarte—. La calidez en la voz del chico hacían que la chica se calmase. El calor de su cuerpo la hacía sentir protegida.
Extrañaba tanto esa sensación...
No lo resistió más. Las lágrimas desbordaban de sus ojos, y los sollozos se hacían presentes. Ella se aferraba al pecho del chico con fuerza, como si lo fuese a perder en cualquier instante.
Él empezó a acariciar suavemente su cabello. Le dolía ver a la chica en ese estado, sin aquel brillo especial en sus ojos, llorando desconsoladamente.
—Y-Yo... No puedo más—. Sollozó la rubia—. Mis padres me están presionando a gastar todo mi tiempo en estudiar, no puedo pensar, sólo obedecer. Siento que soy una molestia y que no sirvo para nada...
—No digas eso, Joy. Eres una persona maravillosa, que le puede sacar una sonrisa a todos sin la menor dificultad. Nunca serás una molestia para nadie, y mucho menos para tu banda... o para mí—. Se separó de la chica y le dedicó una pequeña sonrisa compasiva.
La rubia sintió aquella sensación de frío en todo el cuerpo tras separarse del abrazo. Miró a Fred, y se formó inconscientemente una sonrisa en su rostro.
No era una sonrisa falsa, definitivamente.
Era la sonrisa más verdadera que Joy dio, y la más sincera que Fred observó. Todo gracias a que ambos sabían lo que ella quería decir.
Gracias...
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30 days OTP challlenge | Freddoy |
FanfictionEn treinta días, la vida es capaz de dar un giro de noventa grados. Ellos son un ejemplo.