Hoseok y Yoongi siempre habían estado el uno con el otro, desde muy pequeños.
Ni siquiera hablaban mucho entre ellos ni nada de eso, pero se hacían compañía y eso les resultaba muy agradable.
De hecho, siempre que Yoongi tenía que irse a casa después de haber jugado con Hoseok, el pequeño siempre le pedía que se quedara un rato más, aunque a veces no era posible.
Ellos nunca habían sentido algo parecido.
De hecho, no sabían muy bien cómo expresarse, así que sus sentimientos eran algo que siempre había estado oculto.
Simplemente, Suga llegaba a casa del menor todas las tardes después del colegio, se abrazan y comenzaban a hacer cualquier cosa, pero juntos.
Y ellos se divertían, se reían...
Se sentían bien el uno con el otro.
Pero realmente, nadie sabía lo que de verdad pasaba por sus cabezas cuando estaban juntos.
Ni ellos lo sabían siquiera, porque al fin y al cabo, eran muy pequeños para enterarse de algo así.
Y fueron creciendo juntos, todos los días de su vida.
Todo lo hacían juntos.
Y se podría decir, que fue más o menos a los 10 años cuando Hoseok se dio cuenta de lo que en realidad estaba pasando.
Él quería decirlo, no sentirse mal nunca más con eso.
No pensar que él podía ser raro por sentir lo que sentía o por tener esos pensamientos.
Pero decir esas cosas, es difícil, así que fue algo que de verdad le costó.
Y se lamentaba continuamente por esto, porque era culpa suya no ser capaz de contarlo.
Porque tenía miedo, mucho miedo.
Pero para curar el miedo, hay que intentarlo.
Por esto fue, que un día, después de estar reflexionando mucho, Hoseok quiso hablar de una vez.
Y estando con Yoongi en el salón, se sentó en frente de él, apagó la televisión y se puso muy serio.
-Yoongi hyung.
-¿Hobi, por qué apagaste la televisión?-Se inclinó hacia un lado para así tener en sus manos de nuevo el mando a distancia.
-No, espera, no la enciendas.-Yoongi lo dejó caer y bostezó alzando mucho los brazos para luego mirar a Hoseok a los ojos desganado.
-Bien, ya dime qué te pasa.
-He estado pensando en algo por mucho tiempo.
-Desembucha ya.
-Yoongi hyung, ¿por qué no me besas?-Automáticamente, al oír esto, Yoongi abrió mucho los ojos y alzó las cejas.
Sí, Yoongi estaba realmente sorprendido y esta pregunta le tomó por sorpresa.
-Hoseok... ¿Te encuentras bien?-No sabía muy bien qué pensaba el mayor, ya que a pesar de la sorpresa, sonreía.
-Perfectamente.-Paró un momento.-Ahora dime, ¿por qué no?
-¿Y por qué sí?-Arqueó una ceja y sonrió de lado.
Esta pregunta dejó totalmente volado a Hoseok.
No sabía cómo responder a eso.
-Yo no sé muy bien qué pasa.-Soltó el pequeño.
Después de esto, aquel niño de 11 años llamado Min Yoon Gi, tomó las mejillas de Hoseok y allí mismo, lo besó.