Preciosa.
Era la única palabra que rondaba en la mente de Sasuke.
Se encontraba en la cama, recargado en la cabecera. El toque frío de la madera, refrescaba su piel caliente. Su esposa, una hermosa chica de cabellos nocturnos, se cepillaba las hebras, dejándolas caer como cascadas por sus hombros.
Le resultaba hipnotizante la visión ante sus ojos.
-Sasuke-kun...-Pronuncio con voz melodiosa su mujer.-¿Sucede algo? ¿No puedes dormir?
-Contigo en la misma habitación, ni mi "amigo" puede dormir.
Y ahí estaba, ese exquisito sonrojo en las mejillas de la chica.
-S-sasuke... Nosotros no podemos.-Susurro la peli azul.
-Lo sé, lo sé, por eso mismo no estoy encima de ti.-Sonrió de manera traviesa, disfrutando silenciosamente los nervios de su chica.-¿Cómo se ha portado?
La esposa del azabache, instintivamente llevo una de sus delicadas manos a su vientre ya abultado. Sus ojos brillaron como si de luceros se tratarán y en su rostro se dibujó una bonita sonrisa.
-Es un niño muy tranquilo, aunque bastara que te acerques para ponerse inquieto.-Contesto llena de felicidad.
Sasuke, seguía mirando a su mujer.
Inevitablemente recordó cómo es que se había enterado del embarazo de Hinata.
Estaban a punto de hacer el amor... Como todas las noches -Y decía todas las noches, porque Hinata le dijo que en el día, cualquiera podría interrumpir y/o verlos- cuando la peli azul se a parto toda nerviosa, para después confesarle que esperaba a su hijo.
Impresionado, feliz y emocionado, era como se sentía.
Él no era un sujeto que sonriera. Sin embargo, ese día le dolia la cara de tener las comisuras arriba.
El embarazo de la mujer no era riesgoso, según los médicos... Pero para Sasuke, eso le valía una mierda. Para él, la mamá de su hijo/a, estaba 20 veces más delicada que de costumbre. Y eso no era lo peor, su esposa se volvió tremendamente sexy, bonita, hermosa, arrebatadora... No sólo se volvió un sobre protector de primera, sino también celoso y posesivo. -Más de lo que ya era, cabe aclarar.- La ojiperla, como fémina paciente y dulce que era, no lo mandaba al carajo como cualquiera lo haría.
En fin, han pasado 6 meses desde esa increíble noticia.
El bebé crecía muy rápido y aunque Hinata no se había hecho ningún estudio para saber el sexo de su hijo/a, ella estaba completamente segura de que era niño. Espero contradicciones de su esposo, sin en cambio, grande fue su sorpresa cuando este la apoyo.
Ambos disfrutaban del embarazo, a pesar de las exageraciones del azabache.
Claro que... Todo no era fresas con chocolate. Pues aunque parecía increíble, su hijo no aceptaba que se acercara a su chica.
Muchos decían que su bebé pateaba el estómago de la peli azul, por la emoción y el amor de tener a su padre a su lado. Cosa que era una completa mentira. El Uchiha sabía que esa no era emoción... Eran celos.
De todo lo que tuvo que heredar... Se le ocurre esto.
Bastaba con que le pusiera un dedo encima para que el niño se removiera agresivamente.
¿Amor? Si como no.
-¡Sasuke!-El grito de la chica de ojos perla lo saco de su mundo de fantasía.
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Un Uchiha
FanfictionLos celos pueden ser hereditarios. Sasuhina [AU] Los personajes no me pertenecen. Portada (artista) : Eva Smith Fuente: Pinterest