¿Confías en mí...?

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Me removí un poco en la cama mientras Hobi besaba mi cuello, haciéndome consquillas, e incluso cuando recién estaba despertando pude sentir su sonrisa sobre mi piel, así que me giré para poder verlo. 

Lo primero que vi fue su pequeña nariz chatita y perfecta, sus ojos volviéndose pequeños al sonreír tanto, brillando como si en vez de ser unos simples globos oculares fueran dos mini soles de color chocolate, y si eso no existía entonces yo los descubrí gracias a HoSeok. Luego vi sus labios tensándose gracias a la amplia sonrisa que iluminaba todo su rostro. Luego vi su cabello revuelto y hermoso, sus clavículas marcadas y la suave piel de sus hombros, y luego la sábana que cubría su torso, sus brazos firmes y sus manos que poco a poco se iban acercando a mí, acariciando mi rostro.

  - Feliz cumpleaños, bebé... - Cerré mis ojos para dejarme querer, y HoSeok cubrió mis párpados, mis mejillas y todo mi rostro con sus dulces besos, atrapando mi cintura y abrazándome, y pude conocer de nuevo el contraste del frío de mediados de febrero y la piel cálida. Me abracé a él y besé sus clavículas y su cuello, ascendiendo hasta que llegué a sus labios, y Hobi sonrió.- ¿Qué quieres de desayuno, Ronnie?

El se levantó de la cama e hizo un gesto para recoger sus pantalones de chándal de uno de los asientos de mi cuarto, y yo me abracé a su pecho desnudo, quedando de rodillas sobre la cama y sintiendo el frío en mis piernas porque sólo me cubría la chaqueta a juego del chándal de HoSeok. Enterré mi mejilla en su espalda.

  - ¿Qué pasa, bebé?

Pasa que, al parecer, tengo mis días contados en Corea y por eso quiero pasar todo el tiempo posible contigo hasta que tenga mis opciones aseguradas, porque te amo y acabo de darme cuenta que me amarras a este país.

Aún no tenía fuerza para decírselo. Aún soy demasiado débil,  incluso si en unos días más revelarán los resultados de los postgrados a los que he postulado en las mejores universidades estatales de Seúl, incluso busqué trabajo como economista para ver si consigo algo. Algo lo suficientemente bueno como para que pueda quedarme... Algo más que sólo HoSeok y mi casa. 

  - No tengo hambre todavía, Hobi... - Pero si no se lo decía sería más doloroso que si luego desaparecía sin decirle nada.- ¿HoSeok?

  - ¿Sí, bebé?

  - Creo que debo hablar algo contigo... - sentí como si un nudo se me instalara en la garganta, subiendo y bajando por mi tráquea hasta mi estómago para convertirse en una piedra y luego volver a mi garganta.- Es algo importante...

  - ¿Estás embarazada?  - Él frunció el ceño por unos pocos segundos, y yo no supe qué hacer. Un embarazo... ¿Embarazada? ¿Yo...?

  - ¿Qué?

  - Si es así entonces me casaré contigo y seré el esposo más dulce del mundo - Dijo mientras tomaba mi rostro y volvía a besar cada parte de él.

  - No es eso, Hobi... - Respondí, y él se alejó.- Es algo raro... 

  - No te preocupes, puedes decírmelo...

Tomé aire.

  - Hobi, en verdad no quiero asustarte de más... - Mi voz normalmente es algo aguda, ¿Por qué soy capaz de escucharla tan lenta y grave como si no hubiese tomado agua en meses? ¿Por qué siento que, si no fuera porque estoy en la cama, yo me hubiera caído por la forma que temblaban mis piernas? - Pero hay posibilidades de que tal vez yo no pueda seguir estudiando en la misma universidad donde estoy ahora...

  - ¿Ya...? 

  -  Y la visa que obtuve es para estudiar, y fue gestionada por la Korea University con la promesa de que en el futuro sea profesora en la Universidad, y ahora estoy pasando por unos problemas graves con uno de mis profesores, amor - Acaricié sus mejillas cuando noté que su hermoso y tierno rostro se iba desfigurando en una mueca de disgusto.- Y hay posibilidades de que si dejo esa universidad yo deba devolverme a China...

  - ... ¿Qué?

  - Pero estoy intentando solucionarlo, HoSeok... - Me senté en sus piernas para abrazarlo, y él me rodeó la cintura casi por acto reflejo.- Estoy viendo varios trabajos para que me den una visa laboral, posibilidades en las universidades nacionales para seguir estudiando aquí en Corea... 

  - ...RongRong

 - ¿Sí, Hobi? - Me aparté de él unos segundos, y pude ver sus ojos llorosos y su ceño fruncido. 

  - ... ¿Desde cuándo sabes todo esto? 

  - Yo...

  - Lu RongRong... - Afirmó su agarre en mi cintura, y vi cómo sus lágrimas caían.- Respóndeme, ¿Desde cuándo sabes esto? ¿Desde cuándo decidiste que yo no tenía el derecho a saberlo, a apoyarte, a ayudarte...?

  - ... Comienzos de enero... - Tomó mi cadera y me alejó de él, y cuando intenté secar sus lágrimas él me apartó. Mi pecho comenzó a doler más todavía.

  - Increíble... Simplemente increíble...- Pasó sus manos por su rostro en un gesto nervioso, y luego frotó sus brazos, sus hombros.-  Primero me ocultaste tus problemas con SeHun, tus problemas con MinHo... Decidí que tal vez no querías decírmelo porque creerías que me pondría celoso o porque lo viste como algo pequeño... Y eso realmente no me importa si ya no lo crees importante, ¿Pero esto, RongRong? ¿Esto? Esto es algo importante... ¿Cuáles son esos problemas que tienes con ese profesor?  - Me quedé callada, porque si lo supiera armaría un escándalo.- ... Está bien, no me lo digas... Supongo que sería mejor que le pregunte a LuHan, ¿No? O a lo mejor no, porque si crees que no te ayudaré entonces él también lo debe creer 

  - Hobi, yo...

  - No - Su voz resonó firme, y yo me encogí ante el sonido de su voz. HoSeok suspiró, y luego pude sentir sus brazos levantándome de la cama como si yo fuera un pequeño bebé, agarrándome de las piernas y apegándome a su pecho firme.En cuento apoyé mi mejilla en sus hombros me puse a llorar.- Estoy tan enojado, bebé... Tan enojado

  - Lo siento...

  - Para la otra no me ocultes las cosas, RongRong, o de verdad estaremos en peligro...

  - No quería preocuparte...

  - Te amo, RongRong. Sea como sea siempre me preocuparé por ti... -  No pude evitar gemir y aferrarme a él como si fuera un salvavidas, y él apoyó su cabeza en la mía.- Debes confiar en mí, bebé, porque yo nunca seré capaz de atravesar esa puerta y dejar que sufras sola hasta que vuelvas a sonreír como si nada, e incluso si me enojo contigo no sería capaz de abandonarte... ¿Está bien?

Asentí.- Sí... está bien

  - ¿Confías en mí?

  - Sí

  - ¿Confiarás en mí, entonces, bebé?

  - Plenamente

KILIG (Jung HoSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora