Daddy Whipping (kookmin)

~capítulo tres~ ♡

Apunto en la libreta lo que pide mientras asiento con la cabeza. En la pequeña pausa que hace alzo la mirada, sin querer me quedo mirándolo un buen rato, principalmente porque no lo había visto antes y porque, para qué negar, es muy atractivo.

-¿Mhm? Perdón ¿Qué dijo?.- ladeo la cabeza pues por estar distraído no he escuchado lo último. Me siento algo avergonzado aún que no sé si notó mi leve acoso, espero que no.

Me miro, me mantuve nervioso hasta que había

-Un Frappe de capuchino.

Alzó una ceja y con una sonrisa en sus labios

En modo de disculpa hago una reverencia e inocentemente le regreso la sonrisa

-Vale, vale, estará en un momento.

-Gracias.

Voy al mostrador para dejar la nota, luego al ver la gente ha llegado, a tiendo las órdenes de otras mesas, técnicamente voy de aquí para allá.

Después de ir por el pedido de la mesa nueve, la del chico pelinegro de antes me dirijo ahí. Con una mano sostengo la bandeja. Dejo la creppa en la mesa y ya cuando voy por el frappe siento un empujón por detrás, al parecer alguien que iba pasando. No alcanzó a tomar la taza y está cae a la mesa derramando todo el líquido. Carajo.

-Oh, lo siento... lo siento.

Nervioso levanto levanto la taza y con la otra mano tomo un trapo para limpiar todo, aún que veo me manche su ropa.

Se levanta de golpe, hace que me asusté

-¡Mierda! ¿qué te pasa en la puta cabeza?.

Mira su cuerpo, no le pareció estar así

-Que se jodan.- habeto la silla hacia atra. Caminó hacia la puerta hecho furia.

Abro mucho los ojos sorprendido de la reacción del chico, realmente exagerada, hombre, que es cuestión de traerle otro frappe, puede que hasta gratis, ayuda a limpiarse y ya está. La gente mira en mi dirección, no hago ni caso y sigo limpiando, al estar todo limpio comienzo a sentir un poco de pena por lo recién acuerdo del local en busca del tipo. Sólo está a unos metros de la puerta.

-¡Hey!.- le grito para llamar su atención. Comienzo a caminar hacia él para estar más cerca y no gritar, aún que no mucho porque sinceramente me algo de miedo. -Este... tengo una camisa extra que te puedo prestar, digo esa cosa está fría, el aire está fresco y puede que tomes un resfriado si vas así.- cumplí con decirle