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Capítulo 23.

It's you, it's you, it's all for you.— Lana del Rey.

Los días pasaban sin perdón, dos semanas y aún seguía en aquel horrible lugar. No veía la hora de salir de este horrible lugar, se supone que eran tres días, pero aquí llevo dos semanas. Una vez más mis pensamientos no eran claros, todo me confundía más de lo que ya estaba. Mis sentimientos hacia Zayn eran los mismos, pero había algo que no estaba bien conmigo.

-Me alegra que hayas venido, lo aprecio mucho.-Sonreí. Nolan como había prometido vino a visitarme.

-No hay de que, eres mi amiga y no podía dejar que te aburrieras aquí, además Bárbara te mando esto.-Nolan me entregó una caja con bombones de chocolate.

-¡Que barbara es Bárbara!- Ambos nos reímos del mal chiste que había hecho.

Nolan y yo pasamos la tarde hablando de cosas banales, sobre deporte incluso, no entendía mucho sobre el baseball como el pero me esforzaba en hacerlo. Luego de una hora se acabó la visita y era hora de la cena, por primera vez me sentí bien y me sentía lista para salir de este apestoso lugar. Una de las enfermeras llegó con mis pastillas y mi cena, las pastillas no las tomé porque tenía mucho sueño y no necesitaba pastillas para dormir. Luego de haber cenado me di una ducha y me metí a la cama.

A la mañana siguiente desperté a eso de las siete de la mañana, estaba descansada y me sentía mucho mejor. Entre mejor me sintiera más rápido podría salir se este lugar. Me di una ducha y me puse un pantalón de chándal y una sudadera y me peine el cabello, lo bueno de éste lugar era que parecía una clínica de esas caras que ves en las películas, pero aún así lo seguía odiando.

-¡Buenos días!-Miré a la puerta y un enfermera entró con el desayuno y una carpeta, ojalá sea mi alta.

-Hola.-Murmuré.

-¿Cómo te sientes hoy?-Me preguntó.

-Muy bien, ya estoy en paz conmigo misma, le puedes decir a mi sobre-protector novio al que no veo desde hace dos días que estoy muy bien.-Ella se rió y me senté en la cama para tomar mi desayuno.

-Ya no tienes que preocuparte por eso, el te está esperando.-Sonrió y anotó algunas cosas en la carpeta.

-¿Esperándome? ¿ésta aquí?-Le pregunté mientras tomaba un bocado de waffles.

-Si, ¿Qué no sabías?-Negué-Bueno, es mejor que recojas tus cosas porque hoy te iras.

¿En serio? ¡Por fin!

¿Cómo era que una persona podía engañar a alguien tan fácil? era obvio que no estaba en "paz" conmigo misma, pero tenía el don de hacerles creer a todos que si lo estaba, era claro y evidente, para que yo fuese como las chicas normales de mi edad se necesitaban más que dos semanas encerradas en un centro de rehabilitación.

Idiotas.

Terminé mi desayuno e hice mis maletas. ¡Dios, estaba tan feliz de salir de esta lugar! lo primero que haría era ir a un club y pegarme una borrachera nada normal con mis amigos de la universidad, ¡Joder!

Al salir de la habitación caminé por los pasillos con mi bolso enganchado en mi brazo izquierdo con una enorme sonrisa, bajé las escaleras hasta que llegue a recepción y vi a mi novio, estaba hermoso el día de hoy. Corrí hasta el y salté enredando mis piernas en su caderas y dándole pequeños besos, el al igual que yo estaba feliz de verlo.

-¡Hola cariño!-Me dijo y me bajé por fin de sus caderas.- ¿Estás feliz de verme?

-Si, no sabes cuanto, ¿Nos vamos?-Sonreí una vez más y el me tomó de la mano.