JungKook volvió con la orden de JiMin, su cara no parecía más divertida que antes, pero JiMin seguía igual de hipnotizado por todo en el.
—Un mocchaccino y una tarta de mango, provecho—su voz siempre era seca, grave y monótona, después se largó sin decir nada más.
JiMin le vio atender a varios comensales más durante su estadía en el lugar, debía decir que era bastante tranquilo estar ahí, casi nunca solía estar lleno así que podía controlar su ansiedad por los lugares llenos y podía ver a JungKook trabajar en un delantal y una camisa de manga arrollada hasta la mitad. No podía pedir otra cosa.
Pero habían malas noticias, su café se había terminado al igual que la tarta de mango. Debía pagar e irse, pero...hoy había salido todo bien, tal vez debía arriesgarse a algo hoy.
En la parte de abajo de la mesa había un pequeño botón para llamar a su mesero, lo apretó y unos minutos después JungKook llegó a su lado.
—Me das la cuenta ¿por favor?—JungKook asintió, se fue un momento y volvió enseguida con el papel. La puso en la mesa, JiMin puso el dinero junto al papel y se lo extendió.
—Está completó, que tenga buen día—Jeon estaba apunto de irse, cuando JiMin se paró de su silla y se lo impido.
—Oye—JungKook se volvió—Jeon JungKook ¿cierto?—después de haber efectuado todos sus métodos de stalkeo, era imposible no saber el nombre de su mesero. JungKook solo asintió mirando a JiMin, siempre tenía su ceño fruncido y hasta ahora lo notaba—¿Estudias en la universidad?
—Si.
—¿Que estudias, Jeon?
—Fotografía—el pelinegro parecía no estarlo tomando en serio o estar muy poco emocionado.
JiMin trató de parecer un poco sorprendido, pero le era un poco difícil ya sabiendo estas cosas de memoria.
—Oh, es genial ¿participarás en el proyecto mixto?
—Si.
—¿Sabes si ya han asignado las parejas?
—Los dieron hace una hora—JungKook suspiró durante un momento, relajó su expresión y miró al rubio de arriba hacia abajo—Me temo que tomarás mucho café durante las próximas semanas, Park JiMin...
—¿Que...?-
Jeon no dejó a JiMin terminar su frase, le dio la espalda y desapareció al otro lado del establecimiento.
¿Tomaría mucho café las próximas semanas? Estaba claro que JiMin amaba el café de aquel lugar, que también le gustaban mucho las tartas de mango y que veía a JungKook en esa cafetería pero...
—Oh—JiMin dejó de calentarse la cabeza y unió las ideas—Oh mierda...
Agarró su bolso gris de la silla frente a la suya y salió de la cafetería con el corazón en la mano. JiMin podía jurar que iba desmayarse en la acera en los brazos de una señora de unos ochenta años que estaba a su lado.
Fue emparejado con JungKook para su proyecto. De todos los estudiantes de la facultad, fue emparejado con el chico con complejo de vampiro sexy. Mierda ¿que iba a hacer con su latido acelerado y sus mejillas rojas? Iba a pasar muchas vergüenzas eso era muy cierto. Además, JungKook sabía quien era el, sabía su nombre (aunque no era de sorprenderse ya que era su mesero y chequeaba su cédula) y le había prestado atención. JiMin iba a desvanecerse lo iba a jurar.
Durante un segundo de cordura, se dijo que no podía quedarse frente a la cafetería como un estupido, así que comenzó a caminar hacia una parada de bus e irse a su casa.
Mientras estaba esperando el transporte, jugaba nerviosamente con la argolla que colgaba de su lóbulo. Podía jurar que la vena en su cuello quería salirse de su sitio e ir corriendo a enredarse en JungKook.
Sabía que habían muchas cosas que estaban mal en como pensaba de su mesero y compañero de proyecto, pero que más daba, eran solo sueños que no se cumplirían.
El transporte llegó, JiMin subió en el y se puso sus audífonos para distraerse de todo. Pero simplemente este no podía concentrarse en la melodía que entraba por sus oídos. Jeon JungKook inundaba toda cordura que quedara en la cabeza rubia de JiMin. Habían muchas cosas del pelinegro que llamaban la atención de JungKook, pero lo que más le causaba tensión era su mirada. Con esos ojos oscuros y densos, una mirada penetrante, llena de frialdad e intensidad que hacía que los huesos de JiMin temblaran de solo unos segundos de ella. Park no podía simplemente dejar pasar un sentimiento como el que le provocaba la mirada de JungKook sobre el y con el como su compañero, podría sentirla más tiempo de lo que era sanamente adecuando para JiMin.
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