Revelaciones de oro y otras dolorosas.

29 3 27
                                    


No podía creer lo que me estaba pasando.

Había sido escogido para probar la versión beta del nuevo juego de mi empresa favorita.

Creo que voy a desmayarme.

Nunca lo esperé. Ni siquiera esperé que sacaran un nuevo producto cuando apenas este año a finales de febrero habían sacado un nuevo juego que fue un súper bum en el mercado.

No es que me esté quejando― todo lo contrario la verdad―, es que me sorprende que vayan a lanzar otro juego nuevo cuando habían avisado que en septiembre sacarían uno nuevo en el que estaban trabajando todavía.

También me sorprende que el nuevo juego "Intercambio de Amor" sea tan versátil.

Desde que soy pequeño siempre me han gustado los videojuegos pero nunca había jugado uno Otome, todo empezó por la mano sagrada de mi prima Cira, quien me mostró mi primer juego de ese tipo a la temprana edad de diez años. Caí rendido ante él.

Y ahora con dieciséis recién cumplidos sigo prendado por este tipo de juegos. Aunque solo ella y Josh conocen mi secreto.

No es que sea gay, para nada. Es que me gustan las historias románticas, se podría decir que soy muy cursi.

Pero a pasar de ser un éxito en los juegos de citas, nunca he tenido una novia en mi vida.

No es que no me guste nadie, es más, en mi clase hay una chica que me gusta desde que tengo nueve años. Su nombre es Marian, y es la chica más divertida, simpática y hermosa que he conocido. Pero desgraciadamente, ella no me nota.

Es muy amable, y he compartido muchas palabras con ella, pero no me ve como alguien con relevancia en su vida. Solo soy un conocido en clases.

Lo más gracioso es que es la mejor amiga de mi prima, Cira. Y es gracias a ella que pude cruzar palabras con Marian.

Bueno, ya basta de recordar cosas tristes. Tengo que centrarme en recordar la gran noticia. Soy uno de los pocos afortunados en probar el nuevo juego de ESP&P. Sigo sin poder creerlo.

Hoy hay escuela, así que le contaré de la buena noticia a Cira.

Tal vez y así pueda intercambiar algunas palabras con Marian.

Miro la hora en mi teléfono, falta una hora para las clases. Veo que a mi teléfono le queda poca batería, por lo que lo pongo a cargar.

Voy corriendo al baño para seguido desvestirme a gran velocidad, mientras avanzaba casi me caigo y muero por golpearme la cabeza contra el escusado. Odio mi torpeza.

Abro la ducha y compruebo la temperatura del agua, está algo fría pero como quiero llegar temprano no voy a poner a calentarla, ya que se tardaría mucho en hacerlo. Cuando termino me miro al espejo esperando encontrar por lo menos un mísero pelo en la cara... nada. Me rindo y empiezo a lavar mis dientes.

Cuando salgo del baño después de hacer todo lo necesario en él, abro el closet para buscar el uniforme de la escuela.

Me lo pongo encima luego de echarme el desodorante.

Me pongo las medias y los zapatos y hago todo lo demás. También reviso cuanto se ha cargado mi teléfono, tiene un ochenta y siete por ciento de batería. Voy a espetar unos minutos más.

Oigo a mi padre llamarme para que baje a desayunar, lo que hago apresuradamente, tengo un hambre que me está matando.

Bajo corriendo las escaleras —buscando que me termine matando con lo torpe que a veces puedo llegar a ser—, veo a mi hermana menor bailando y cantando frente la televisión, debe estar escuchando a sus chinos —sé que son coreanos pero es que ella les dice así de cariño, por lo que yo también lo hago—, me quedo quieto unos instantes, descubro que anda escuchando «Fake Love», a mi hermana recientemente le ha dado por escuchar mucho esa canción.

Intercambio de Amor [sin terminar, re-edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora