Como una colegiala

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Pasados ya los dias, era sábado por la mañana, le di ordenes directas de no entrar en mi cuarto y unas cuantas cosas más antes de irme a la casa de la playa.

Me monte en el coche y ouse rumbo a la casa de la playa, que se encontraba a hora y media de la ciudad.

Cuando llegué a la casa, lo primero que hice fue mirar el móvil. No tenía nada, encendí la chimenea y le mandé un whatsapp a Cloe diciendole que había llegado bien. me respondió con una carita sonriente y varios besos.

Me acomodé en el salón, no me apetecía hacer nada de comer; así que pedí comida a domicilio.

A la media hora casi tres cuartos, el repartidor estaba en la entrada tocando el timbre.

Recogí el pedido y le pagué diciendole que se guardara el cambio, el chaval con una sonrisa me lo agradeció y se fue rapidamente.

Comí mientras observaba como subía la marea, el océano picado y bravo era precioso a la par que peligroso.

Tenía ganas de pegarme un baño, de nadar unos largos en el mar como años antes hacía, pero decidí que era mejor que no. El tiempo empeoraba por momentos y no sabía como reaccionaría el mar si me metía en el.

Me fuí directa al baño, prepare la bañera y me zambullí en ella. Un baño relajante y espumoso.

Me sorprendí a mi misma al darme cuenta que estaba pensando en ella.

No era Ro la que se colaba en mis pensamientos en este momento, era Cloe.

Cuanto más intentaba quitarmela de la cabeza, más la recordaba, más pensaba en ella, más la añoraba a mi lado.

Amaba a Ro, está claro que no habría nadie como ella; pero me dí cuenta que empezaba a sentir algo por alguien más. No estaba olvidando a Ro, sólo estaba siguiendo adelante con mi vida, como a ella le hubiera gustado. Pero, por desgracia Cloe no sentía lo mismo, así que decidí no hacerme ilusiones de ningun tipo.

Esa misma tarde pasee por la playa, por la orilla, recorrí sus dunas y su paseo de madera.

Me imaginé de la mano paseando con Cloe por la orilla, tumbadas en sus dunas observando el anochecer y el amanecer, correteando por la arena mientras nos salpicabamos con el agua... parecía cosas de colegiala

El amor y la amistad siempre van de la manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora