"Ícaro, quién se atrevió a volar tan cerca del sol...
Tenía miedo pero por unos segundos, confió...
Confió en que el sol no le haría daño.
No le quemaría ni lo mataría.
Y qué equivocado estaba..."
Una hoja áspera en su mejilla. Dormido de nuevo, Lee. Muy bien.
Una clase entera de historia que no le había servido de nada más que para despertar con extraños sueños.
Y ni siquiera estaban avanzando literatura griega.
Sin embargo, aún podía verse reflejado en esos ojos ardientes.
Flameantes.
Ojos que tenían un dueño.
Un dueño al que jamás se atrevía a mirar más de 2 segundos.
El dueño de esos ojos, el presidente del consejo de estudiantes de la universidad, del que todos aclamaban en los partidos de tenis por la cantidad de victorias y orgullo para su facultad y universidad en general.
Todos conocían al joven perfecto que amaban, que adoraban, que casi besaban el suelo que pisaba. Pero poco conocían al real Choi Minho como él lo hacía.
El dueño de los ojos flameantes al que jamás se atrevía a mirar más de 2 segundos... porque no podía. Al menos, ahora ya no.
E irónicamente ya no podía hacerlo a causa de la misma persona de la cual estaba enamorado.
"Una mañana soleada y ambos reían empujándose uno al otro. La risa de Minho era tan melodiosa a sus oídos, incluso cuando reía como 'foca con retraso', como él solía decirle. El amor era así, ciego e incluso sordo. Sabía que ambos entrarían a la misma facultad, aunque Minho se estuviese inclinando mucho más por Ingeniería Civil. Pero él tenía sus métodos para obligarlo a hacer lo que él quisiese. Sus ojos, su arma mortal. Esos ojos verdes que bastaba que le mirasen suplicantes y Minho aceptaría lo que dijese. Y Minho entraría con él a Arquitectura así fuese lo último que hiciera. Y esa mañana no se le escaparía, haría que le jurase y sabía cuán importante eran para Minho los juramentos.
Pero no contaba con esa mañana cambiarían las cosas..."
¿Ganaba algo recordando esas cosas? Nada. Quizás esos sueños locos le habían afectado, pero ya no importaba. Su reloj biológico no fallaba y estaba consciente de que ya era hora de ir a su primera clase.
Con algo de dificultad, tomó sus útiles y salió con mucho cuidado de su departamento. Suspiró al sentir la cálida brisa del verano en su rostro. Podía suponer los colores de aquella tarde de verano, con tintes amarillos y anaranjados, en una estela de colores similares que desprendían cierto aire melancólico. Estaba seguro que así sería porque recordaba esos días cuando era más joven y pasaba esas tardes junto a Minho.
Nuevamente, Minho.
Agitó la cabeza. Suficiente de pensar en la persona de la que todos hablaban, a la persona la cual amaba y a la cual... evitaba.
Se puso en marcha hacia su clase, teniendo mucho cuidado con la puerta. 2 metros de vidrio reforzado, lo sabía. Los años de experiencia ya se lo decían. Y con éxito y bastante cansancio (como siempre), logró llegar a su clase.
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RISE [ 2Min ]
Fanfiction"Volar como Ícaro, tocar el sol ardiente... Yo puedo tocar el sol..." Y me pregunto, ¿cuánto podré quemarme? Un pequeño oneshot que nació en una tarde lluviosa con mucho frío, una manta de leopardo y tesito. 2MIN [ Minho x Taemin ]