Especial (?

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Stony
Academy!AU
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Viernes por la noche y Steve Rogers estaba en su habitación leyendo algún libro de literatura. El aburrido (según Clint) joven Rogers prefería estar en su burbuja dentro de su cuarto, que estar en la fiesta que su amigo Thor estaba dando en el edificio de junto.
Lo habían invitado, pero sabiendo la actitud de de su amigo no se molestaron en insistir.

El rubio recién había cambiado de página cuando tocaron a su puerta. Extrañado se levanta pensando en quién podría ser si todos sus amigos estaban en la fiesta del dios del trueno.
Con pasos  pesados se dirige hacia la puerta y grande es su sorpresa al ver a Tony parado ahí con una expresión seria, aún así para los ojos de Steve se veía precioso.

—¿Tony? ¿Qué…?

—Quiero que me respondas algo y que seas completamente sincero.— habló con seriedad el más bajo.

—U-uh sí .—mas que una afirmación sonó a que dudaba, nunca se sabía que vendría de un Stark.

—¿Me quieres?

El rubio quedó mudo ¿Había sido muy obvio? Siempre trataba de mirarlo cuando no había nadie más. Aunque debía admitir que a veces sus acciones con el menor eran muy especiales. Le tenía más paciencia en comparación con otras personas.

— ¿Por qué…?

— Sólo responde, Rogers.— aunque el rostro del menor era serio, sus ojos se veían acuosos.

El mayor soltó un suspiro y se movió a un lado para que el castaño pudiera entrar.

Estando ya los dos sentados en la cama a pocos centímetros, Steve comenzó a hablar.

— Sí Tony, sí te quiero.

— C-creo que yo también te quiero.

¿Escuchó bien? ¿Tony de verdad dijo que lo quiere?

— Repítelo. — exigió Rogers.

— No me harás repetirlo, ya lo dije.— desvió la mirada con un notable sonrojo en sus mejillas, y para Steve no se podría ver más tierno, aunque de verdad necesita escucharlo de nuevo.

El rubio comenzó a dar besos húmedos en el cuello del castaño, causando leves gemidos de parte de este.

— Repítelo.

Steve lo tomó de las caderas y sin mucho esfuerzo lo puso sobre sus piernas. Comenzó dando caricias en la cintura del contrario y dando roces a su tracero que gracias al pantalón tan ajustado que llevaba se acentúa más.
El castaño solo atinaba a menear su cadera haciendo fricción entre su tracero y el miembro del mayor. Jalaba su cabello rubio y gemía en su oído.

—Mh-mhm Steve~

Pero el menor echó un quejido al ya no sentir las caricias y los besos del rubio.

—¿Po-porqué paras?— preguntó jadeante Stark.

— Quiero que lo repitas.

El chico castaño miró a Rogers con el ceño fruncido.

— No lo haré.

— Entonces no seguiré.

El rubio quitó a Stark de sus piernas y se acomodó recostado en la cabecera de la cama, tomó su libro y retomó su lectura.
Anthony lo miró incrédulo ¿De verdad lo dejaría así?

Indignado le arrebata el libro y se coloca de nuevo en sus piernas. Cruza los brazos sobre su pecho y hace un puchero.

— ¿Qué pasa Tony? — pregunta con voz ronca Steve, sin saber que eso pone mucho al castaño.

— ¿Si lo repito... t-tu seguirás?

— Eso es lo que dije

El castaño mira a un lado y luego regresa su mirada al rubio, muerde su labio y después habla.

— Te quiero más que a nada.

Tan solo eso bastó para que Steve se le abalanzara y por fin, besar sus labios.

Mutuamente comenzaron a quitarse las prendas de encima. El castaño daba caricias en la nuca contraria y me meneaba la cadera para hacer fricción entre los dos miembros.
Steve comenzó a descender sus besos. Se detuvo un momento en los pezones rosas de su amado, deleitándose con los gemidos que este daba. Bajó más y tocó su pene por sobre el boxer del castaño, miró al otro y en un movimiento ágil le quitó la prenda; le dió unas pequeñas caricias con las yemas de sus dedos y posteriormente empezó a dar lamidas en la cabeza.

El menor no pudo reprimir un gemido agudo y ni tampoco los que lo siguieron. Tomaba con fuerza el cabello rubio, sus piernas temblando por tan satisfactoria sensación. El mayor llevó tres de sus dedos a la boca del contrario, con la intención de que los lamiera. Stark con gusto abrió la boca con su lengua los llenó de saliva.

Cuándo Steve supuso que ya era suficiente retiró sus dedos de la otra boca y los dirigió a la entrada del castaño. Este se estremeció al tacto, nunca nadie lo había tocado ahí y lo ponía nervioso la idea de que dolería.
El capitán al notar el nerviosismo de Stark, comenzó a dar besos por su cara y diciéndole que se tranquilizara.

— N-no lo entiendes porque a tí no es al qu-que van a p-partir en dos.

El rubio soltó una risa discreta, y de una sola metió un dedo en la entrada del Stark. El castaño soltó un gemido lastimero y se abrazó al cuello de Rogers.

— S-se más cuidadoso, i-idiota.

— Lo siento.

Aceleró el movimiento de su dedo, y cuando sintió más dilatada la entrada agregó un segundo dedo. Estuvieron un rato así, pero cuando Stark ya no se quejaba del dolor, el rubio supo que ya era tiempo de dar el siguiente paso.

Retiró sus dedos con cuidado, escupió en su mano y lubricó su erección. Lentamente comenzó a penetrar al menor.

— Aa-auch duele~

— Lo sé, ya pasará, tranquilo cariño.

Estuvieron unos minutos quietos hasta que el menor meneó su cadera en busca de que siguiera. El capitán sin rechistar comenzó a dar leves embestidas, disfrutando el interior de su amado. Después ambos sintieron que necesitaban más.
Steve tomó con fuerza la cintura del contrario y arremetió contra su trasero.
Anthony arañaba la espalda del rubio y jalaba de su cabello, gemía el nombre de Steve de una manera aguda que ponía mucho al capitán.

— Te quiero, Tony.

El menor quería decir algo pero sus gemidos le impedían formular palabra alguna.
Cuándo Steve encontró el punto “g” de Tony, aumentó las embestidas y la fuerza. Los ojos del menor se llenaron de lágrimas y sus gemidos se combinaron con gritos de placer, dirigió una de sus manos a su miembro tratando de llegar a su orgasmo

— Me v-voy a c-correr — avisó Tony.

— Hazlo conmigo.

Dos embestidas más y ambos se corrieron, Steve en el interior de Tony y este en su propio abdomen.

Jadeantes se acomodaron en la cama y el rubio los cubrió con la cobija. Tony se acurrucó en el pecho del contrario y Steve podría jurar que escuchó un ronroneo.

El rubio besó su frente y lo abrazó fuertemente.

—Te quiero Steve.

— Yo más.

Se hizo un silencio en la habitación hasta que el castaño (para variar) lo interrumpió.

— Solo te aviso que ya no quiero que coqueteés con Peggie.

— Yo no “coqueteo” con ella.

— Claro que sí! El otro día tú...

Y así pasó un rato con Tony alegando que esa chica quería robarse a su hombre.

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Omg es la primera vez que escribo “smut” y creo que quedó bien feo xd.

Ustedes juzguen, y de nuevo gracias por leer esto y votar.

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