Cuando cupido se enamoró || YOONMIN

°UNO°

-Señor por favor cambiare, prometo que seré más cuidadoso al lanzar mis flechas; no me envíe al mundo humano- Cupido rogaba por su estadía con los dioses.

-La sentencia se ha dictado, así que es hora de cumplirla- cuando abrió los ojos Cupido se encontró en un pequeño departamento y una carta apareció frente a él.

A partir de hoy tienes cien días para saber lo que es el amor, de lo contrario serás destituido de tu cargo. Pero existen algunas reglas:

1. Tus flechas quedan confiscadas hasta que cumplas 

2. El sexo es indistinto al igual si son o no correspondidos los sentimientos.

3. Debes llevar una bitácora de tus días en la tierra.

4. Se te asigno una identidad humana la cual es "Park Jimin", además de que bajo ningún motivo debes revelar tu verdadera identidad.

5. Para mantener la forma de vivir de tu identidad deberás conseguir empleo y todo lo que implica (como socializar).

6. En la estadía en la tierra no deberás contactar a ninguno de los dioses (solo ellos te pueden contactar).

7. Si la lección se aprende antes del tiempo establecido, podrás regresar con los dioses.

8. Si después de concluido el tiempo aun no te enamoras quedaras condenado a vivir por el resto de tus días en la tierra sin gozar de las ventajas de ser un dios.

9. Si alguna de las reglas anteriormente expuestas se rompen te quedaras viviendo con los humanos.

Al terminar de leer aquella nota, Cupido ahora Park Jimin arrugo aquel papel y o lanzo lejos donde este se quemo hasta hacerse cenizas que volaron con el viento.

Jimin inspeccionó aquel departamento, tenía lo básico pero no estaba mal para un humano pero para un Dios parecía una pocilga o un basurero; Jimin debía acostumbrarse a vivir así ya que pasaría un tiempo en aquel lugar.

Jimin suspiro frustrado y se asomo por la ventana, su pequeño departamento estaba ubicado en una zona bastante tranquila; al ver esto decidió salir a caminar por los alrededores del lugar.

La primera zona que encontró fue un pequeño parque que estaba lleno de personas; había familias y parejas paseando a conviviendo. Jimin se sintió asqueado al ver las parejas ser melosas, para él el amor no existía, solo era algo que el podía crear o destruir a su antojo.

Siguió caminando hasta que recordó que debía obtener un empleo para poder subsistir.

Después de un rato encontró una pequeña cafetería que solicitaba un mesero a medio tiempo y por suerte le dieron el empleo y pero ahí confirmo que los mundanos son personas demasiado confiadas.

(...)

El lunes había llegado y Jimin debía presentarse a trabajar, llego a la cafetería justo a tiempo y pensó que el observar a los humanos por tanto tiempo debía servir para algo.

Su nueva jefa lo esperaba con su mandil nuevo y una pequeña placa con su nombre.

-Bienvenido Jimin, ellos son tus compañeros de trabajo- había cuatro personas más, dos chicas y dos chicos- ella es Seulgi, ella es Yeri, él es Hoseok y él es Jin.- saludo a aquellas cuatro personas que le sonrieron de inmediato.

Jimin y todos los demás tomaron sus puestos, Seulgi le explicó el como era ser mesero y así comenzó su semana laboral.

Al finalizar la semana Jimin se había aburrido, siempre era lo mismo atendía desde chicas con hormonas alborotadas que eran demasiado coquetas con él, hasta señoras gruñonas que iban con sus adolescentes hijos que las sacaban de quicio. 

Jimin pensó que la vida como humano era lo más aburrido de todo y lo único interesante era cuando se enamoraban ya que en muchas ocasiones se destruían a si mismos para lograr que los amaran pero no siempre era así, por lo que terminaba siendo alguien que no eran ellos y al verse en un espejo ya no se reconocían...

Cambié todo solo para ti 
Pero no sé, ¿Quién eres tú? 
El bosque solo para nosotros, no estabas allí 
La ruta que tomé, olvidé 
Incluso me volví bastante inseguro de quién era 
Intenta balbucear en el espejo, ¿quién diablos eres tú? ...

Por fin era hora de cerrar aquella cafetería y podía irse a casa o buscar algo que hacer.

-Hey Jimin!- Hoseok lo llamo- quieres salir con nosotros?, veremos a unos amigos en un bar cerca.

-Esta bien, no tengo otros planes...- Jimin siguió a Hoseok y Jin quienes iban inmersos en una conversación que parecía interesante.

-Que piensas Jimin?- Hoseok llamo a Jimin sacándolo de su mundo.

-Sobre que?...

-Que vayamos a un karaoke después..

-Oh si suena bien...- Jimin miró atento a Hoseok.

-Llamaré a Ken para ver donde están- esta vez hablo Jin con el celular en la mano y se alejo de aquellos dos chicos.

-Jimin de donde eres?-Hoseok atrajo la atención de Jimin.

-Soy de Busan...

-Y que te trajo a Seúl?...

-Me mandaron aqui como castigo...

-Castigo?- Hoseok lo miro extrañado.

-Si, digamos que a mi padre no le gustaba como estaba llevando mi vida, así que me envió aquí para aprender de la vida?...- Jimin miro a Hoseok quien lo miraba un tanto horrorizado.

-Oh que raro..., pues espero que te sirva?... la verdad no se que decir.

-No necesitas decir nada- jimin rio; Jin regresó junto a ambos chicos para decirles que sus amigos no tardaban en llegar y que era mejor esperar los adentro.

Aquellas tres personas estaban sentadas en la mesa esperando por más personas que llegaron minutos después.

-Chicos les presentó a Jimin, es nuevo en la ciudad- el primero en saludarlo fue un chico llamado Ken, pero quién llamó su atención de verdad fue aquel chico de piel tan Blanca como la nueve, de cabello rubio y rostro serio que sólo miró a Jimin por unos segundos que para el parecieron años; su corazón comenzó a latir fuertemente, Jimin no sabía o no entendía que pasaba así que asumió que eran reacciones comunes en los humanos.

Tal vez lo que sucedía era normal o no, pero lo que Jimin no entendía o no quería aceptar era que por primera vez estaba experimentando el enamoramiento a primera vista...

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Espero que les guste esta nueva historia y qué le den amor.

Gracias por leer y no se olviden de votar y comentar.