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La Universidad era hermosa sin duda, había pasado una semana desde que me encontraba aquí, había conocido a varias personas las cuales eran amables y otras no tanto.
Francois me evitaba a toda costa, en una de las clases me senté con él e intente hablarle pero se levantó y se fue ignorandome sin decir nada, ni verme.
No entendía, no sabía el motivo de que fuera así, necesitaba saberlo, no había escuchado que él dijera alguna palabra y para su agrado los profesores no le hacían ninguna pregunta, así que no conocía su voz.
Acababa de salir de la primera evaluación, sobre Mitosis y otras cosas sencillas las cuales casi todos habiamos contestado muy rápido, entré a la cafetería junto con Melissa y nos sentamos en una de las mesas.
- Deberías ir a la fiesta el sábado Elena, irá Tomas -Dijo sonriendo de oreja a oreja, subiendo las cejas intentando convencerme.
Tomas era un amigo de Melissa con el cuál me estaba obligando a entablar una amistad, era un chico apuesto pero no era mi estilo, lo consideraba muy presumido.
- Claro que iré, pero la verdad no estaré pendiente de Tomas -Dije y ella hizo puchero.
Comenzamos a comer, no teníamos más clases por ese día, ya que los profesores habían tenido una reunión entre ellos con respecto a los horarios.
Sentí un extraño escalofrío recorrer mi cuerpo y una mirada sobre mi. Al girarme pude ver a James con su mirada fija en mi, nuestros ojos se conectaron por un momento y pude ver como una de las comisuras de su labio se elevaba.
Rompí el contacto visual y mi mirada sin pensarlo cayó sobre Francois, se encontraba sentado en una de las mesas con su hermano Evan, pude notar que Evan era mayor que Francois quizás por un par de año, sin embargo estudiaban el primer año ambos.
Sus ojos verdes se fijaron en mi y pude sentir como mi respiración se cortaba y mis manos comenzaban a sudar.
Odiaba eso, pero, aun asi, no podía apartar la mirada.
- No deberías acercarte a él -Sentí una voz susurrando en mi oído y al girarme pude ver a James sonriendo de medio lado de pie junto a mi.
No dijo nada y comenzó a caminar saliendo de la cafetería.
Sentí la necesidad de seguirlo, no entendía la razón.
- Espera -Dije pero él no se giró.
Comencé a recoger mis cosas de la forma más rápida que podía y me levanté de la mesa.
- Elena ¿Qué haces? -Preguntó Melissa con cara de confusión - ¿Qué te dijo ese idiota?
Negué y comencé a correr detrás de James, pude escuchar varios gritos de Melissa pero los ignoré, salí de la cafetería y lo vi cruzar por uno de los pasillos.
