¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Podía ver unpequeñovampiro el cual no podíaidentificarmuriendodesgarrado por las manos de unserhorrible.
Escuchaba gritos horrorosos por todas partes, mi corazónlatíatanfuerte que sentía que en cualquiermomento se iba a salir.
Pude ver a un lobo totalmente blanco con ojos azules, eran hipnotizante correr detrás de la criaturaespantosamirándola.
Pude ver un vampiro correr hacia mi, no podía ver su rostro perosabía que estaba preocupado.
- ¡Elena! -Gritó cada vez más cerca de mi.
Su grito era desgarrador, lo podía sentir.
Tocó mi brazo y todo se volvió negro.
- Elena, cariño, despierta -Escuché la voz de mi madre, dandome cuenta que había sido otro sueño.
Desperté y su rostro me recibió con una gran sonrisa.
- Dudo mucho que quieras llegar a tú primer día de universidad tarde -Dijo guiñandome un ojo -, el viaje tarda cuatro horas cariño, empaca tus cosas para que llegues a tiempo.
Mi madre salió de la habitación dejándome sola, corrí hacia mi libro de dibujos y dibuje el lobo blanco que vi en mi sueño, junto con la desgarradora escena, vampiros y espectros horribles luchando, los lobos defendiendo a los vampiros.
Los ojos azules del lobo intente hacerlos de la mejor calidad posible, no quería olvidarme de eso, eran fascinantes.
Desde hace ya algunos años había comenzado a tener sueños muy extraños, al principio eran sólo sobre ese lugar.
El lugar era hermoso, parecía un castillo, tenía un rey y Príncipe gobernandolos, todo se encontraba en armonía y paz.
Luego los sueños fueron cambiado, se volvieron más oscuros, no había parado de dibujar desde ese entonces.
Me di una ducha lenta, dejando que el agua arrugara mis dedos.
Al salir me vestí de forma sencilla, maquille un poco mi rostro, sentía que estaba bien.
Tenía que concentrarme en la universidad, viviría allí, la universidad tenía hospedaje para sus alumnos, pero sólo los mejores en calificación tendrían la oportunidad de tenerlo gratuitamente, al principio todos tenían que pagar.
