LOVE STORY (Higuel week)

CAPÍTULO 2 "HÉROE"

DÍA 2 "VILLANOS"

CAPÍTULO 2 "HÉROE"

Disclaimer: Los personajes de Big Hero 6 y Coco no me pertenecen; pertenecen a Disney y a sus respectivos creadores. Sólo los uso por afición y nada más.

NOTA: Miguel y Hiro ya tienen +20. Pero en las memorias del diario de Miguel tienen desde 16-18 hasta la actualidad (mayores a 20 años, pues) Contenido +13, palabras vulgares/altisonantes, situaciones graciosas, fluff, poquito angs, ACTION. Nothing more.

Nota 2: Pueden reproducir la canción de Virus Bethoveen hasta donde gusten... Luego, disfruten con Fall Out Boy ;)

CAPÍTULO 2 "HÉROE"

Miguel despertó tallándose los ojos y estirándose, dejando salir un sonoro bostezo. Miro al lado y se inclinó, besando la cabeza de Hiro, mientras él se removía entre las sábanas de la cama para cambiar de posición y volver a acurrucarse.

Había sido una noche de sexo bastante agotadora pero placentera, perfecta para recargar los ánimos de Miguel.

El morocho solo se vistió con un pantalón gris de tela holgada (el pantalón de su pijama) y se apresuró a hacer el desayuno para Hiro.

A pesar de haber sido una sesión bastante candente, no pasó por alto el hecho de que Hiro no termino de hacer la limpieza. Se tropezó cinco veces con los botes de helado esparcidos en la habitación... rompía el momento.

Sonrió para sí mismo, pues sabía que para Hiro, colaborar en las tareas domésticas, era una experiencia titánica. No porque su esposo fuera desordenado, sino porque no estaba acostumbrado...

A quién engañaba... Hiro era tan desordenado que prácticamente Miguel era el encargado de limpiar el desastre de su marido, pero cuando lo ayudaba, el japoamericano de verdad se esforzaba.

Se calzó las pantuflas de conejo que tenía al borde de la cama y fue a preparar la comida.

El olor a salchichas y huevo frito despertó a Hiro, quien no dudo en levantarse de prisa para alcanzar algo de la fabulosa comida de Miguel.

GRAN ERROR.

Al sentarse bruscamente en la cama, sintió un punzante y agudo dolor en la espalda baja, como si le estuvieran clavando un puñal...

(En realidad, le habían clavado otra cosa)

Recordó todo lo de la noche anterior y sonrió adolorido. Quizá se habían excedido, pero dos meses sin sexo para ambos era una verdadera tortura.

Se levantó con cuidado, se puso sus boxers como pudo e intentó caminar hasta la cocina, pero no logró mantenerse de pie. Trastabilló un poco y calló de rodillas en la alfombra del dormitorio.

—Ouch—Hiro esperaba que Baymax se inflara y fuera a ayudarlo, como estaba acostumbrado... casi olvidaba que lo había dejado en casa de Tía Cass para que volviera a cuidar de Mochi.

—Chinito, ¿estás bien?—escuchó desde la cocina.

—De maravilla—respondió con sarcasmo. Su esposo, con el paso de los años, seguía siendo un idiota... un idiota adorable, por supuesto.

—Quédate en la cama, te llevaré el desayuno—le gritó Miguel.

Hiro obedeció, volvió a incorporarse como pudo, sujetándose de la cómoda y cayendo en la cama de nuevo. No podría sentarse en un buen rato...

—Mira, hice tus favoritos—dijo Miguel, mientras entraba con una bandeja. Acomodó la sábana y colocó la mesita en ésta—Huevos a la mexicana.