¿Después de todo este tiempo? | HP | PAUSADA

|Prólogo|

JUNIO, 2007

—Chicos, prométanme algo —pidió Harry, mientras abandonaban ese internado por última vez.

—Nunca nos separemos —adivinó Hermione, con una sonrisa.

Luna y Ginny sonreían emocionadas por haberse graduado al fin. Sus amigos ya habían conseguido aquello un año atrás.

—Claro que no, tío —prometió Ronald. 

—Bueno, Fred y George ya hicieron su vida y... quería asegurarme de que no nos íbamos nosotros también —explicó  el azabache.

—¿Qué dices, Neville? —comentó la pelirroja a su amigo.

—Contad conmigo, chicos. No me marcharé, ya saben —dijo el aludido, seguro de sus palabras.

—¿Una última visita a las Tres Escobas antes de comenzar nuestras nuevas vidas? —propuso la castaña.

—¡Vamos! —exclamó Ginny.— ¿Vienes, Lunática?

La rubia se había quedado distraída observando a un chico en la distancia. Él se había graduadado el año anterior, pero había estado muy presente ese año en Hogwarts porque estaba visitando a su amiga, Astoria Greengrass. Luna creía que que esos dos estaban saliendo, sin embargo, cuando el muchacho la miró fijamente a sus ojos azules y le guiñó, ella supo que no era así. Sonrió al joven, algo sonrojada. Ese Theo...

—Sí, ya voy.

Por su parte, Theodore Nott felicitaba a su amiga por recién haberse licenciado, pero no podía quitarse de la cabeza a esa risueña chica. Toda la vieja pandilla se había reunido allí. Parkinson, Zabini, Malfoy, Greengrass mayor, Crabbe y Goyle.

—El pequeño Theo se nos ha enamorado de Lunática —se burló con cariño Astoria. Ella era la pequeña del grupo, a la que todo el mundo quería proteger, por lo que todo el mundo le perdonaba sus bromas y burlas. 

—Calla, Greengrass —rió el moreno, sin apartar la mirada de la rubia que se alejaba en la distancia, lanzándole miradas de cuando en cuando.

Mientras Daphne protestaba por cómo estaba tratando a su hermana, Astoria afirmaba que ella podía cuidarse sola. 

—¡Puag! ¿A quién le gustaría esa rarita? —se extrañó Draco, poniendo más desprecio del necesario en su voz. 

—Es Nott, ¿qué esperabas? —siguió Pansy, con una sonrisa maliciosa. 

El aludido simplemente puso los ojos en blanco y negó con la cabeza. No le debía explicaciones a sus amigos sobre de quién se enamoraba o se dejaba de enamorar. 

—Quien calla, otorga —citó Blaise, con ese aire misterioso que lo caracterizaba. No solía hablar, y cuando lo hacía, era para citar algún libro o algún refrán sin explicación que lo acompañase. 

—¿No tenemos que celebrar la graduación de la pequeñaja? —cambió Theo de tema. Los demás no tardaron en seguirle el juego y celebrar que la menor ya había salido de Hogwarts.

***

ABRIL, 2014

—¿Ya has enviado las invitaciones? —pregunta Luna, besando la mejilla de su prometido. 

El castaño asiente con la cabeza y mira a la joven a los ojos. Aún no puede creerse que en un par de meses vaya a casarse con esa chica tan increíble. La quiere con locura. ¿Quién hubiese imaginado que de todos sus compañeros de escuela, ella sería la única con la que seguiría hablando después? Sin duda, pedirle el número del teléfono fijo fue la mejor decisión que Theo tomó. 

—¿Crees que vendrán? —insiste la rubia, con esa voz tan dulce que la caracteriza. 

—Si siguen siendo como eran, no se perderían una fiesta por nada del mundo —expone el muchacho, abrazando las piernas de Luna—. ¿Y los tuyos? ¿Vendrán?

—No lo sé. Todos parecen ocupados. Y no fue fácil localizarlos. Tal vez, nunca reciban la carta. O tal vez ni se acuerden de esa chica con la que solían salir en el colegio. 

—¿Olvidarse de ti? ¿Quién es tan tonto como para eso? —pregunta enamorado Theo.

—No seas tonto —bromea coqueta la chica—. Además, cada uno ha rehecho su vida. Llevamos años sin vernos. Y algunos ya tienen su fama. ¿Por qué atenderían a una humilde celebración de boda?

—Porque los recuerdos unen a la gente. Hicisteis muchos recuerdos juntos. 

—Espero que tengas razón —suspira finalmente la rubia, sentándose en el regazo de su pareja—. Enséñame ahora esas aves tan raras.