|Capítulo 1: Las invitaciones|

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Lunes, 14 ABRIL 2014

Hermione se deja caer en el sillón de su despacho. Le encanta lo que hace, pero es agotador. Al menos, sabe que ese esfuerzo merece la pena y que su trabajo puede ayudar a mejorar vidas. No es ninguna tontería. Sin embargo, no siempre es fácil hacer lo correcto. Esta última empresa explota a sus trabajadores e inclumple los contratos, pero no es nada fácil de demostrar. Ya está en marcha el proceso de la inspección de trabajo, y está dispuesta a ir a juicio si las condiciones laborales no mejoran, pero es una empresa muy poderosa. 

—Señorita Granger, ha llegado una carta para usted —le informa su secretaria. 

—Tráela por favor, Mandy —pide la chica. 

Amanda entra al despacho en ese momento, con un sobre en la mano. 

—Es de Escocia. 

—¿Escocia? —se extraña la castaña. Lo único que había pasado en Escocia relevante en su vida había sido su vida escolar. Hogwarts. Aquel internado. Hermione abre la carta con curiosidad. 

«Me complace informarle de que ha sido invita@ a la boda de Luna Lovegood y Theodore Nott el 14 de junio.»

Hermione se asombra. ¿Luna Lovegood? ¿Cuántos años hacía que no se veían? ¿Siete, quizás?

—¿Le pasa algo, señorita?

—No, gracias Amanda.

La castaña sigue leyendo. Cuando termina, la vuelve a leer una vez más. Y otra. Aún no se cree que su pequeña Lunática esté a punto de casarse. ¿Y con Theodore Nott? ¿Ese no es el chico con el compartía clase? ¿El de la pandilla de Draco Malfoy?

—Mandy —comienza—, me tomaré libre un mes. Del 15 de mayo al 15 de junio. ¿Hay algo en mi agenda?

—No, señorita. Espere que lo apunte. ¿Confirma que el jueves, 15 de mayo, faltará al trabajo y se reincorporará el lunes, 15 de junio?

—Exacto. Pero quiero que se me informe de todas las novedades del caso contra esta empresa. Y también quiero que se me informe de los nuevos casos y de los que ganemos y perdamos. 

—Entendido, jefa. Puede contar con la PEDDO —ríe Amanda. Le hace gracia pensar que una muchacha de su edad pueda llegar a actuar como una auténtica ejecutiva. Por no hablar del nombre que Hermione Granger le ha puesto a su ONG. Plataforma contra la Esclavitud y por la Defensa de los Derechos Obreros. PEDDO, para abreviar. 

—Gracias, Mandy. Ya puedes retirarte.

Una vez está sola, Hermione garabatea un elegante «Sí» bajo la pregunta «¿Podemos contar con su presencia?» y se dispone a volver a enviarla. 

Así que ahora Luna vive en Escocia... Me pregunto quién más vendrá.

***

—Claro, me haré cargo de su jardín, señora Finnigan [...]. Sí, le haré una rebaja[...]. ¡Estupendo! Mándele recuerdos de mi parte [...].Gracias. [...] Adiós también a usted.

Neville cuelga la llamada. Por un segundo, está a punto de mensajear a Hannah contándole su nuevo empleo, pero recuerda rápidamente su ruptura. Han pasado dos semanas, pero la herida sigue tan abierta que podría decirse que está pasando en este mismo momento. 

—Neville, yo... Creo que tenemos unos caminos muy separados el uno del otro. Te quiero mucho, lo sabes. Pero no creo que seas la persona para mí. Mereces a alguien que te quiera tanto como tú a ella —le había dicho Hannah.

—Claro, y no es por ti, es por mí; podemos seguir siendo amigos; es que ahora estoy muy centrada en el trabajo; ¿no?

Él no es una persona sarcástica, pero en ese momento se encontraba tan dolido que no sabía de qué otra forma podía reaccionar. 

¿Después de todo este tiempo? | HP  | PAUSADAWhere stories live. Discover now