Mi ángel guardián

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~Mafalda~
Odio los niños, los bebés y los perros. Los niños solo saben molestar, los bebés están siempre llorando y los perros se creen los reyes del mundo porque todos los aman, bueno...todos menos yo.

Tengo 17 años y ya estuve en más de 5 colegios diferentes. En este momento el director de mi actual escuela me está a regañar por haber hablado mal con mi maestra de Química.

"La señorita me está escuchando?" preguntó por milésima vez

"Si, puede continuar" contesté aburrida

"Vamos a llamar a sus padres para decirles todo lo que la señorita hizo" dijo escribiendo algo en el ordenador "Lleva tus cosas porque vas a cambiar de escuela" Terminó por decir

Salí con un suspiro. "Otra escuela para la lista de las que ya me expulsaron" pensé sonriendo. En ese momento mi teléfono empezó a sonar, era mi padre. No tenía ánimos para hablar con el, siempre que hablamos empezamos a discutir. Colgué la llamada y caminé hacia la salida del colegio. Todos me miraban con miedo y eso me hacia sentir fuerte. Antes de salir robé un bocadillo a uno de los niños del primer grado.

Salí del colegio y caminé hasta un parque donde normalmente me encontraba con mis amigos.

"Que haces aquí? No deberías estar en el colegio? No me digas que tu profesora te ama tanto que te dejó salir más temprano" dijo Eduardo sonriendo

"No es un buen día para tus estupideces. Puedes darme un cigarrillo?" dice dejando caer la mochila en el suelo y me sentando a su lado

Eduardo es mi mejor amigo y aúnque aveces yo sea un poco mala con el, me sigue queriendo y me ayuda en todo

"Que pasó?" preguntó mientras me daba un cigarrillo

"Voy a cambiar de colegio...otra vez" contesté mirando el cielo

"Donde va a ser tu nuevo colegio?" suspiró

"Ni idea, van a llamar a mis padres para decirles, en estos momentos es cuando me alegro de que ellos estén en Brasil" encendí el cigarrillo y empecé a fumar

"No importa, sea donde sea yo me voy contigo, eres mi mejor amiga y no te voy a dejar" me dijo sonriendo lo que me hizo sonrojar

"Y tu familia?" pregunté tímidamente

Siempre tuve curiosidad en saber algo más sobre la vida de Eduardo, pero el nunca me cuenta nada. Es un chico muy extraño, lo único que sé es que roba para poder sobrevivir y eso no me gusta.

"Me tengo que ir, hablamos después" diciendo eso se fue y me dejo sola, sentada en el suelo del parque pensando en la discusión que va a haber cuando contestar las llamadas de mi padre