El poder de la palabra

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Todos en la cocina hicieron silencio esperando una respuesta por parte de Jackson que miraba a todos los presentes como si estuvieran locos.

-"No te entiendo, ¿A qué te refieres con eso?"

-"A ver si entiendes esto perro, yo no he dicho nada, las palabras no han salido de mi boca, las había pensado y tú has contestado en voz alta a mis pensamientos... ¿Cómo demonios has hecho eso?"

-" Yo no he hecho nada sólo te he oído y..."

Silencio absoluto, nadie se atreve a decir una sola palabra ni a hacer un mínimo movimiento hasta que Maggie rompe el momento de tensión con una exagerada carcajada poco femenina.

Jackson y Adele la miraron como si se hubiera vuelto loca y Tyler no pudo evitar soltar una risita por lo contagiosa que era la risa de la joven.

Unos minutos después Maggie limpió una lágrima que amenazaba con escaparse de su ojo derecho y luego de un par de respiraciones profundas llevó dos dedos a su boca y silbó llamando así a su familiar que irrumpió por las puertas de cristal que daban a la terraza con una brusca ráfaga de aire helado que hizo temblar a tres de los cuatro allí presentes.

Con gracia y elegancia Stella apareció rodeada de un vórtice de destellos celestes y blancos y se posó sobre la palma de la mano que había extendido su ama para ella. Como nadie dijo nada Maggie sólo se limitó a ignorar al resto mientras hablaba con su familiar.

-"Hola Stella, necesito que me digas algo importante."

-"¿Que necesitas Maggie?"

-"Necesito saber cuánto tardan en aparecer todas las bendiciones de Dianne."

Stella asintió y salió disparada de la mano de su ama hacia el cuerpo de Jackson que retrocedió un paso al sentir el gélido frío que provocó la familiar al colisionar contra su pecho, se quedó petrificado mientras sentía como se cristalizaba la sangre en sus venas, vio como Maggie se acercaba y posó su ardiente mano en su congelada mejilla, le dedicó una mirada penetrante que se fue encendiendo como el carbón mientras todo su cuerpo también iba adquiriendo cambios drásticos, se puso de puntillas acababa de darse cuenta de que era unos diez centímetros más alto que ella y cuando alcanzó una de las orejas carmesí de su cabeza le susurró.

-"Ahora vas a sentir como si te estuvieras muriendo, el aire se congelara en tus pulmones, tus músculos se sentirán tensos y rígidos se apretaran contra tus huesos y sentirás un dolor inimaginable y la sangre de tus venas debe de estar a medio camino de ser puro hielo, claramente intentarás sobrevivir, pero si matas a alguien te juro que yo acabaré con tu vida."

Dio dos pasos atrás poniéndose entre Adele, Tyler y él mientras se transformaba en un inmenso canino de largo pelo platinado y ojos ardientes como el fuego, fue entonces cuando Jackson cayó al suelo tiritando y gruñendo como un animal salvaje herido, Adele tuvo la intención de ir al lado de su hermano pequeño pero una mirada de advertencia de parte del gigantesco canino blanco la congeló en su lugar, el animal volvió a dirigir la mirada al chico que intentaba gritar en el suelo pero a causa de la congelación que estaba sufriendo no pudo hacer más que proferir gemidos de dolor y algunos gruñidos de desesperación.

Jackson sentía exactamente lo que la chica le había avisado, hasta respirar le dolía a tal grado que quería dejar de introducir el oxígeno en su organismo con tal de no sentir ese sufrimiento, pero para su desgracia su cuerpo no le obedecía pues su instinto de supervivencia era ahora más fuerte que nunca y no se dejaría vencer tan fácilmente, entre todo aquel calvario pudo dirigir la vista hacia el gran perro que le miraba con unos ardientes ojos rojos como el fuego del infierno dando le la sensación de que estaba esperando a que muriera de una vez para poder arrastrar lo al ultramundano, se concentró en su mirada y no cortó el contacto visual en ningún momento, a cada segundo que seguía observando aquellos ojos que eran capaces de mirar sin remordimiento su sufrimiento y no hacer nada se enfureció más, hasta tal punto que sólo por aquella razón su corazón comenzó a latir el triple de rápido no para bombear sangre oxigenada a sus órganos sino para alimentar sus ganas de vivir sólo para molestar a aquel majestuoso can que parecía esperar impaciente su muerte.

Marking for lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora