Personality Disorder; Caso 93

01. Un lugar despreciable

Advertencia; escenas fuertes. Si eres sensible a este tipo de temas, por favor no leas.//

  Las gotas que caían sobre el sucio y mugroso suelo de la habitación no hacían mas que inquietar de sobre manera al chico recostado sobre la parte de arriba de la litera con las pocas mantas cubriendo por completo su pequeño cuerpo. Esa noche, hacia mucho mas frío de lo usual, y el director de aquel orfanato no había pagado los costos de la calefacción, por lo que los niños que allí yacían, debían ingeniárselas para poder proporcionarse calor con las pocas mantas que a cada uno se les designaban cada que llegaban.

el pequeño niño no podía saber con exactitud cual era la hora, pero supuso que era muy tarde debido a los ronquidos de los demás huérfanos en aquella habitación. trato de removerse sin emitir algún ruido que pudiera causarle problemas con el director de dicho recinto.

  minutos habían pasado y la gotera que había en una de las tuberías que pasaban por sobre el techo de la habitación aun no se detenía. el pequeño mordió nerviosamente su labio y se sentó cuidadosamente sobre el desgastado colchón, para luego pasar su pequeña manito por sus felinos ojos. observó detenidamente la gotera y de pronto todo su alrededor comenzó a desaparecer, siendo así el único huésped en aquella reducida habitación. de pronto, un pequeño sollozo se escucho en una de las esquinas de aquel cuarto, con temor Yoongi guío su vista hacia aquel lugar. jamás había visto a aquel chico rondando por aquél orfanato.

--- ¿Q-quien eres? ---logró articular mientras dejaba sus pies colgando de la parte superior del camarote.

--- No lo se ---hipo el pequeño chico que se encontraba en una de las esquinas de las cuatro paredes de la habitación, desconcertaron de sobre manera a Yoongi, quien sonrió.

--- ¿Como es eso de que no sabes? ---de un salto, el pequeño cuerpo del chico aterrizó en el frio y sucio suelo. comenzó a acercarse lentamente, sin apartar la vista de aquel chico, el cual en ningún momento había dejado su rostro al descubierto.— Debes tener algún nombre. ---se hinco frente a él---  Hey, Me llamo Yoongi y tengo seis años, ¿cuantos años tienes tu?

   De pronto un sonido desde el pasillos los alarmo a ambos, Yoongi se volteó y como pudo llego hasta la puerta para luego trabarla y así poder tener mas tiempo con su nuevo amigo. se acerco y se agacho rápidamente frente a el, toco su hombro y una rara corriente eléctrica lo invadió por completo. soltó un grito cuando el chico enfrente de el levanto su rostro de entre sus rodillas, dejando a la vista quien era en realidad.

--- C-como ---murmuró Yoongi mientras se alejaba como podía del niño, el cual reflejaba su misma imagen. era el, solo que con rasguños en sus rodillas, y ojos de distinto color.

--- Ya viene ---sollozo el otro chico--- se esta acercando. nos quiere nuevamente, por favor no lo dejes.

--- A que te refieres ---se acercó con intriga y trato de articular una nueva palabra, siendo interrumpido por el forcejeo en la puerta, seguido de los agresivos gritos de aquel hombre.--- N-no ---sus ojos mostraron desesperación y trato de ocultarse desesperadamente, corrió hasta su litera y trato de subir a cuestas, fallando en el intento.

   De pronto abrió sus ojos de golpe y comenzó a gritar, sus ojos cristalizados demostraban el terror que sentía al ser cargado por el hombre que cuidaba de todos los niños abandonados en aquel lugar. Yoongi a la corta edad de seis años ya sabia lo que le deparaba esa oscura habitación en la cual residía el director de el recinto; Dolor. el sujeto abrió la puerta y sin cuidado alguno lanzo a yoongi contra el suelo.

--- Este jodido mocoso acaba de despertar a toda la habitación D, todos ellos están muy asustados porque este bastardo se despertó y comenzó a hablar con la muralla.

  Las botas de cuero resonaron por toda la habitación y Yoongi sollozo en silencio, procurando no emitir sonido alguno que pudiera molestar aun mas al director del orfanato. los pasos comenzaron a acercarse y luego de unos segundo las botas de cuero negras se hicieron presentes en el campo de visión del pequeño, quién cerro fuertemente sus ojos cuando el sujeto lo tomo sin ningún cuidado del brazo.

--- Muy bien, puedes retirarte, y asegúrate de que esos mocosos vuelvan a dormir.

--- Si señor.

  Las puertas de aquella habitación se cerraron, dando a entender al pequeño que ya no había escapatoria alguna. sus lágrimas caían desde sus ojos hasta el sucio y maltratado suelo. su brazo fue jalado con fuerzas y de un momento a otro ya estaba tendido sobre la enorme cama, con la mirada expectante del hombre frente a el. su amarillenta y desfigurada sonrisa le provoco un pequeño escalofríos al chico, quién, al ver como el director intentaba bajar sus pantalones comenzó a chillar desesperado en busca de ayuda por parte de alguien. el primer golpe que recibió lo dejo medianamente aturdido, por lo cual no pudo articular otra palabra. el director enfrente de el comenzaba a desabrochar el cinturón de cuero con hebilla de metal característico de su típica vestimenta, y Yoongi sabía que su cuerpo dolería aún más de lo que ya dolía.

El primer azote lo recibió en uno de sus desnudos brazos, luego en su muslo derecho y finalmente uno en sus genitales. Grito de de dolor al sentir como con la hebilla, azotaba su mejilla fuertemente, la sintió húmeda luego de unos segundos y el hombre lo volteó. Yoongi vio su oportunidad para escapar de aquella mal oliente cama, pero los brazos de aquel hombre eran, por mucho, más fuerte que todo su cuerpo. No supo cuando, pero el cinturón de cuero ya se encontraba enrredado en su cuello, siendo presionado para estrangularlo. Y de pronto, el desgraciado escozor en su parte trasera, nuevamente se sintió. Yoongi gritó, lloró, suplico y hasta luchó. Pero nada pudo evitar aquel castigo, porque aquel sitio, era nada más que un lugar despreciable.

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Adori