Prólogo

6 1 0
                                    

-Te amo, Claire.

¿Cuántas veces había escuchado eso?¿Cuántas veces mi corazón se aceleró al escucharlo? ¿Cuántas veces escuchar esas dos palabras me hacían olvidar por completo todo? Pero ahora ¿Por qué no se sentía igual?

Miré a Ashton sentado al frente mío, su cabello rubio cenizo estaba ligeramente despeinado como a él le gusta, su camisa lo hacía ver cómo esos modelos de revistas Vogue. Su manera de sentarse, tan relajado pero tan firme a la vez que al verlo no podías evitar mirarlo, porque así era Ashton, nunca pasaba desapercibido. Pero en este momento lo único que no pasaba desapercibido por mí era su mirada fija en su celular. Y si, ese "Te amo,Claire" lo dijo con la atención fija en su celular.

Esas palabras no me aceleraron el corazón ni me hicieron olvidarlo todo ¿Y saben el porqué?

Esas palabras sonaron monótonas y no había sentimiento alguno en ellas.

Estaban vacías.

-Yo tambien te amo, Ashton.

¿Y saben que era lo peor?

Era verdad, estaba totalmente enamorada de Ashton Alexander Davis, aunque no solo era el protagonista de mis sonrisas sino también lo era de mis noches de llanto. Y amarlo tanto dolía y más cuando ya estoy dudando de que sea correspondido.

Alzó su mirada hacia mí y me sonrió, y lo poco que duró su sonrisa, fue lo poco que obtuve de su atención porque regresó su mirada hacia su celular.

Rodé los ojos, para que invita si va a estar todo el tiempo pegado al aparato ese. Ah si cierto, hoy es miércoles y es tradición los miércoles venir a Mike's,una cafetería no tan grande pero acogedora, su decoración era vintage lo cual llamaba mucho la atención y lo hacía aún más acogedor. Pero no era solo por su hermosa decoración que las personas amaban este lugar, sino que también es muy conocido por tener los mejores batidos, postres y sandwiches de toda la ciudad, y claro, también el mejor café.

Por cierto, aquí me pidió ser su novia ¿Lindo, cierto?

-Y bueno ¿Cómo estuvo tu día? - Pregunté tratando de entablar una conversación. Me niego a estar aquí sentada como una estatua, aunque el batido de fresa no está nada mal.

Sonreí levemente, un batido de fresa ayuda siempre.

- Pues estuvo todo bien, ya sabes, ir a la universidad, después ayudé a mi papá con algunos papeleos del trabajo y cuando terminé todo, pasé a buscarte y aquí estamos.- Sonrió y pasó su mano sobre su cabello despeinandolo un poco más, gesto que solía hacer muy a menudo y a mí me encantaba.

No lo voy a negar, al escucharlo hablar sobre su día mi ánimo mejoró.

-¿Y el tuyo? ¿Cómo estuvo?

-Pues...-dije alargando la 'e'.- hoy hubo examen de matemáticas, tú bien sabes que no soporto las matemáticas y no es que entienda muy bien a la profesora. - Rodé los ojos.

Ashton soltó una pequeña carcajada y negó la cabeza divertido, apoyó sus codos sobre la mesa y me miró.

Hermoso, simplemente hermoso.

- A ver,dejame acertar- relamió sus labios y fingió tener una expresión pensativa.- Discutiste con la profesora pero al final tomaste el exámen,y como la genio que eres, reprobaste el examen.

Me miró con una ceja levantada esperando a que le dijera si estaba en lo cierto.

Y rayos que sí lo estaba.

Crucé los brazos y fruncí el ceño. Ashton sonrió triunfante y chasqueó los dedos.

-Estoy en lo cierto.

-Ay cállate, Alexander.

-No lo haré, Angeline.

Y en esos momentos olvidaba todo lo que estaba pasando en nuestra relación, olvidaba los "Te amo" vacíos, olvidaba las discusiones en las cuales siempre terminaba llorando, lo olvidaba todo.

En esos momentos eramos solo él y yo.

Duramos más o menos una hora, riéndonos y hablando de algunos temas al azar. Ashton me llevó a mi casa en su auto,el transcurso estuvo tranquilo y aunque no hablamos tanto tenía una sonrisa estampada en mi cara que parecía no querer irse, y eso no me molestaba en lo absoluto.

Cuando llegamos quise darle un beso, realmente tenía toda la tarde queriendolo pero él solo me besó la frente y me sonrió.

-Ash ¿Pero qué...?

-Buenas noches, Claire.- me interrumpió.

Sin darme tiempo de decir nada caminó rápidamente hacia su carro, entró y arrancó.

No lo entiendo, de verdad no lo hago. De momentos parece que todo está bien,que estamos felices, que él se siente feliz conmigo pero luego todo eso desaparece. Así como desapareció la sonrisa de mi rostro.

Él es el creador de mis sonrisas, pero también el destructor de ellas.

El Arte De RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora