"La carne con olor a erraconoce la plegaria".
 Homero AridjisAlexander Nikolayevich Spesivtsev "Sasha" (ÐлекÑандр Ðиколаевич СпеÑивцев)nació el 1 de marzo de 1969 en Novokuznetsk, Siberia (Unión Soviéca).Se crió enun ambiente de abuso, con un padre violento que torturó a toda la familia. Cuandoera adolescente, Sasha fue confinado en una instituciónmental durante tres años,después de torturar y matar a su novia.
 Cuando lo liberaron, comparóun piso con su madre, Ludmila, y con su perrodoberman. Ya adulto, Sasha comenzó una cruzada personal para limpiar a Rusia dela permisividad del capitalismo. Su blanco fueron los niños de la calle. Para ellocontó con la ayuda de su madre.Â
Ochenta personas terminarÃan muriendo en sus manos. Su madre atraÃa a algunasde las vÃctimashasta su departamento con diferentes pretextos, pasandodesapercibida debido a su discreta apariencia. EscogÃa a personas sin hogar enlas calles y estaciones de trenes locales. Ludmila lanzaba los restos al rÃo Aba porla noche.Â
Las sospechas de un asesino en serie surgieron en el verano de 1996, cuandopartes de varios cuerpos aparecieron en el rÃo Aba, cerca de la escuela donde lamadre de Sasha trabajaba. Durante las etapas iniciales de la invesgación,uno delos vecinos de Sasha se quejó con la policÃa en repedasocasiones sobre lapeslenciay la música ensordecedora que provenÃa de su departamento. Nadieinvesgó.
Sasha Spesivtsev llevaba un diario en el que detallaba algunos de los asesinatos.Sus crÃmenes fueron descubiertos por casualidad en 1996. La madre de SashahabÃa atraÃdo a tres chicas al departamento, pidiéndoles que la ayudaran a cargarunas bolsas de vÃveres a cambio de una propina. Una vez allÃ, se vieronamenazadas por el perro doberman, además de que Sasha las violó y golpeó.Mató a una de ellas y obligó a las otras dos a cortarla en pedazos en la bañera. Sumadre cocinó varias partes del cadáver para la cena. La segunda chica fue muertapor el doberman, quien le desgarró el cuello.Â
Al otro dÃa, una rotura de tuberÃa obligó a los vecinos a llamar a un plomero; sedeterminó que el problema se originaba en el departamento de los Spesivtsev. Elfontanero tuvo que abrir la puerta por la fuerza, ya que nadie contestaba lasllamadas. Sasha escapó por el balcón cuando escuchó a alguien abrir la puerta. Loque el trabajador vio lo marcó para siempre.Â
Cuando la policÃa entró en el departamento, vieron la sangre que cubrÃa lasparedes. En la cocina habÃa cuencos con trozos de cuerpos humanos, un costillarhumano y un cuerpo femenino sin cabeza, recargado en una de las paredes delbaño. En la bañera encontraron un cuerpo sin cabeza, mulado.Hallaron además82 mudas de ropa ensangrentada, cerca de cuarenta artÃculosde joyerÃa y algunasfotos de personas desconocidas, que posiblemente fueron sus vÃctimas.Â
 También se toparon con Olga Galtseva, la única tesgoviva, una chica de 15 añosde edad, quien se vio obligada a comer sopa hecha con la carne de su mejoramiga. Sasha y su madre la habÃan mutiladoy presentaba varias heridas decuchillo en el vientre; permanecÃa acostada sobre un sofá. Llevada a un hospital,fue capaz de decirle al fiscal todo lo que habÃa sucedido. Murió diecisiete horasmás tarde. Â
 Sasha fue capturado mientras intentaba violar a una mujer en su propia casa. Nonegó sus acciones. Sin embargo, confesó únicamente 19 asesinatos y se jactó dedelitos que no pudieron ser probados. La policÃa encontró el diario que detallabalos asesinatos de diecinueve chicas. Se sospechaba que era responsable dedocenas de otras muertes, pero las autoridades rusas no tenÃan los fondosnecesarios para investigar.
Fue declarado demente por un tribunal y lo internaron en un hospital psiquiátrico.Ludmila Spesivtseva negó cualquier implicación, pero fue juzgada como cómplice ycondenada a trece años de prisión. Los invesgadoressiguieron rescatando restoscorporales del rÃo Aba. De acuerdo con la contabilidad de las piezas halladas, secalculaba que correspondÃan a casi un centenar de personas. Â
 Sasha fue descrito por las autoridades como "un intelectual que ha escritoalgunos libros sobre filosofia".En la cárcel pasó todo su tiemposometidoapruebas psiquiátricas y escribiendo poemas sobre los males de la democracia.Cuando se le preguntó cómo justificabasus crÃmenes, respondÃa: "¿Cuántaspersonas han destruido nuestra democracia? Si la gente pensara en eso, no habrÃanada de esta suciedad. Pero, ¿qué se puede hacer?" Sasha ofreció vender supropia cabeza a algún instituto,para que pudieran estudiar su cerebro, siempre ycuando le pagaran por adelantado, además de darle muchos cigarrillos. Â
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《Asesinos En Serie.》
No FicciónEn este libro podras encontrar biografías de asesinos en serie, con evidencia fotográfica, si te apasiona este tema tanto como yo te invito a hecharle un vistazo.