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-¿Es él?

Asentí mientras llevaba la copa a mis labios. El liquido resbalo por mi garganta dando un refrescante sabor, llevábamos ahí dos horas esperando a que nuestro objetivo decidiera marcharse, la música comenzaba a aturdirme y yo solo podía pensar en darme media vuelta y marcharme a casa. Con él.

Una sonrisa tonta apareció en mi rostro, la cual oculte dando un trago más a la bebida.

-Es el momento -dijo Valery ajustándose la chaqueta negra y apartando un mechón castaño de su rostro.

Asentí y la seguí rápidamente, observaba con detenimiento cada movimiento de Leonardo. Era un traficante y sabe como moverse la mayoría del tiempo, pero ahora esta en nuestras manos y caerá de su "trono". Por la información que nos fue otorgada, trafica con personas y drogas y es por ello que estamos aquí. Se metió en lugares que no podría salir.

-¿Atacaremos aquí o lo seguiremos y veremos la oportunidad?

Observe a Isabelle, su cabello el cual caía como ondas oscuras y hacían resaltar sus ojos grises con un toque de diversión por lo que se venia, ajustaba su tacones y sonreía.

-Lo seguiremos -dije con seguridad. -no hay necesidad de que personas ajenas a esto salgan lastimadas.

-Como siempre, preocupándote por lo demás -añadió una voz que conocía bastante bien: era Miranda.

Vistiendo un pantalón de mezclilla ajustado, blusa negra con una chaqueta color vino encima, unos tacones negros y su pelirroja cabellera suelta, apareció en mi campo de visión mi mejor amiga y la responsable de que estemos aquí. Generalmente es ella la encargada de buscar los trabajos que haremos y se le da bastante bien.

-¿Dónde carajos estaban? -pregunto molesta Valery. -Oh no, suficientes problemas tendremos con Isabelle y su estúpido vestido porque aparentemente no tiene ropa más cómoda que esa y...

La castaña rodo los ojos y le mostro el dedo medio antes de acercarse y comenzar a jugar con mi cabello.

-Demasiado drama por hoy -interrumpió Jocelyn de repente y luego señalo la camioneta negra que se alejaba -el objetivo se va, si quieren seguir discutiendo por idioteces adelante, pero yo iré tras él y terminare el trabajo, me largare, cobrare y no les daré ni una mierda así que decidan pero ya.

Todas guardamos silencio y observamos a la pelinegra, vestía una falda de mezclilla con una blusa plateada, sus ojos estaban ocultos bajo unos lentes negros y su rostro estaba neutral, sin emoción alguna.

-Es extraño, en verdad estas aburrida, ¿no? -dijo Isabelle sonriendo y apartando basura inexistente de su ajustado vestido negro. -Pues vamos ya, que quiero regresar a disfrutar el resto de la noche.

Avanzamos rápido hacia la camioneta azul oscuro que utilizábamos para trabajos y emergencias, no fue difícil encontrar a Leonardo nuevamente gracias a que con anterioridad había puesto un rastreador a su camioneta, una idea alocada pero sin duda efectiva.

-¿Estas segura de que vamos en la dirección correcta? -pregunto Jocelyn.

Asentí segura y mantuve la mirada en la carretera, llegamos a lo que parecía una fabrica abandonada, decidí estacionarme lo suficientemente cerca para no perder tanto tiempo, todas comenzamos a bajar rápidamente pero no Miranda, se quedo un poco más de tiempo. La observe en silencio mientras tomaba en mis manos la pistola y la guardaba entre mi short, todas comenzaron a tomar diversas armas que había en la cajuela de la camioneta y fue hasta que me acerque a Miranda que me di cuenta de que ella ya sostenía entre sus manos una pistola similar a la mía, me miro y sonrió antes de bajar de la camioneta y comenzar a alejarse, extrañada hice una seña a las demás chicas para seguirla y atacar cuanto antes.

Encuéntrame [one-shot] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora