Después de esa charla en el hospital dónde la hiena reveló sus sentimientos a la panda roja, Haida y Retsuko no volvieron a tocar el tema.
Al día siguiente de haber sido dado de alta del hospital Haida decidió tomar un camino distinto saliendo del t...
Al término de la jornada laboral todos se despidieron, Retsuko se dirigió hacia la clase de Yoga, algo que solía hacer dos veces a la semana pero que sólamente sus amigas Gori de mercadotecnia y la secretaria Washimi sabían. Fenneko y Haida suelen irse en la misma línea de metro pero esta vez ella necesitaba hacer unas compras al supermercado y tenía que tomar una ruta diferente.
Esto nos deja con la hiena totalmente a solas, él no quería irse a casa aún así que decidió tomar un rumbo diferente, simplemente tener una caminata con tranquilidad o tal vez encontrar algo interesante. No tardó mucho en encontrar un cartel que decía "Karaoke: Recepción segundo piso".
-Suena bien, nunca he estado en un karaoke, tal vez podría aclarar mejor mi mente en este lugar- dicho esto el chico se adentra al local con curiosidad.
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-Buenas noches jóven, ¿Karaoke para uno?- dijo un mono que se encontraba en la recepción del lugar.
La hiena simplemente asiente y recibe un número que le indicaba la sala que podía usar, agradece y se dirije al cuarto el cual a simple vista era bastante agradable, contaba con dos sillones, una televisión, teléfono fijo, micrófonos y una mesa dónde estaban la tableta de control y el menú.
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Mientras tanto Retsuko y sus amigas se encontraban en las clases de yoga, ya llevaban tiempo asistiendo y la panda roja ya comenzaba a sentir que el ejercicio le estaba ayudando hasta tal grado de que ya tenía más fuerza que antes, ¿cómo olvidar cuando Tsubone le pidió abrir un frasco que ninguno de sus compañeros habían podido ni siquiera aflojar ni un poco pero ella fácilmente abrió?, vaya que el yoga estaba dándo frutos, aunque esto le daba un poco de miedo, ¿qué tal si terminaba luciendo cómo la instructora y en un futuro lo único que pronuncie sea "proteína"?... de tan sólo pensarlo hizo un gesto de desagrado.
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-Veamos- Haida estaba observando el menú para saber que ordenar, se dirigió al teléfono y llamó a la recepción- Voy a querer una cerveza y unas brochetas porfavor- colgó y se dirigió a la mesa para agarrar la tableta que contenía una amplia selección de música. Decidió checar el historial de canciones en lo que llegaba su órden, no quería que el mesero entrara a dejarle las cosas y lo viera cantando.
-Al parecer la persona que haya venido ayer le encanta el Death Metal- pensó.
-Su órden está lista jóven-El mesero entró al cuarto con el pedido de la hiena.
-Muchas gracias- Haida comenzó a beber y buscó entre la amplia lista de canciones algo de Punk Rock el cual era su género preferido.
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Las tres chicas terminaron su clase y se encontraban discutiendo a dónde irían esta vez.
-¿Qué tal si vamos al karaoke?, me gustaría escuchar a Retsuko cantar de nuevo- comentó Washimi.
-Eh, de hecho por esta noche preferiría ir a algún restaurante, la última vez que fui a algún lugar así fue hace meses cuando vino mi amiga Puko, mejor vamos mañana que hay promoción en las bebidas- mencionó la panda roja con un poco de pena.
-¿Y si vamos al restaurante que abrió la semana pasada? Me han comentado que es muy bueno y he tenido muchas ganas de ir - dijo Gori con mucha emoción.
-Oh si, yo también he escuchado de ese lugar, tenemos que ir- tanto Retsuko como Gori pusieron cara de súplica a su amiga Washimi la cual simplemete comenzó a reir.
-Está bien, si tanto quieren ir entonces vamos, suena interesante-
Dicho esto las tres mujeres comenzaron a caminar hacia el nuevo restaurante.
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Lo siento si tardé en publicar esto (si, sólo han pasado 3 o 4 días pero consideren que es un capítulo muy corto), he andado sin nada de ánimos estos días (por situaciones personales y familiares) y combinado con que también estoy enferma y que no he podido dormir bien últimamente, lo cual es algo que me ha estado pasando desde hace unas semanas pero ya me tiene desesperada.
En este momento que ya terminé de escribir el cápitulo es de madrugada y sé que nadie va a leer a esta hora, así que lo publicaré cómo a la 1 de la tarde apróximadamente.
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No sé ni para qué escribí eso último cómo si estuviera hablando con ustedes en este momento.
